El 29 de diciembre próximo se estrena por la plataforma Mubi este film costaricence, ópera prima de Sofia Quiròs Úbeda, seleccionado por la Academia de aquel país como envío a los Premios Oscar del próximo año. Realizado en coproduccion con Argentina, Francia y Chile, Ceniza negra resulta un film de iniciación. Pasaje de la infancia a la adolescencia, la directora despliega el universo sensible de una niña que cuida a su abuelo en el devenir de un pueblo costero, mar y selva para alimentar un mundo fantàstico que se espera de un film caribeño.
Pero Ceniza negra menciona, hay que decirlo, inteligentemente todo aquello que resulta apetecible para un público internacional, una pobreza “digna”, un viejo sabio, fantasmas y visiones, tiene algo màs. Su tratamiento fílmico mueve los hilos de su visualidad y su sonido con tanta naturalidad y empatìa que resulta difícil no entrar en esa suerte de brisa que propone.
Pocos personajes, mayormente en primeros planos rigurosos que dejan fuera (o borroso) el paisaje exhuberante (turistico?), y lo podría haber sido sobreaprovechado pero Quiròs elige minuciosamente aquellos planos donde privilegiar el espacio antes que los cuerpos, la cabeza de Selva queda en algún rincón de la pantalla en pocos planos generales, el cielo, el mar o la selva. No son muchos, pero son contundentes.
Los actores no profesionales ayudan a ese naturalismo en donde la muerte de la madre, la desaparición de la mujer que su abuelo ama?, la relaciòn de cuidado amoroso de nieta-abuelo hablan ademàs de la vejez, la soledad y la muerte. Asi como en muchos momentos del cuadro, hay un fuera de campo en la historia que queda para armar, como esos cabritos constantemente mencionados y alimentados pero nunca vistos. Y esto està muy bien en una pelicula bella y sincera.