Una historia de Diego Musiak, que el mismo director señala tiene fuertes connotaciones personales. El argumento pone en el centro de la escena a un hombre que llega desde el exterior para cumplir con un mandato, tirar las cenizas al mar de su padre. Y en esa localidad balnearia donde transcurrió su pasado se encuentra con una mujer a la que amo, cuentas pendientes que inquietan su vida. Una encrucijada resuelta con giro extraño en un film de buenas intenciones que no fluye ni crece, pero que sin embargo tiene a actores que brillan. En especial Fabián Vena que conmueve a un en situaciones que se presentan sin lógica creando muy buenos climas. También destaca María Ucedo. Filmada en hermosos lugares, con un gran dominio de la cámara, resuelve otros momentos muy rápidamente.