Interesante thriller, con climas de cine de terror
Un vagabundo de aspecto impresentable vive en un auto abandonado en un pueblo playero, hasta que una mañana lo va a buscar una policía. Lo lleva a la comisaría, pero no para detenerlo, sino para avisarle que alguien está por salir de la cárcel, y que por lo tanto tal vez su vida corra peligro.
Sin perder un segundo, el vagabundo arregla su auto va a la puerta de la cárcel, espera que salga el tipo en cuestión, lo sigue hasta el lugar donde le preparan la fiesta de bienvenida, y luego lo mata en una escena escalofriante.
Esa venganza da lugar a una persecución del asesino por parte de los deudos del que salió de la cárcel para encontrar la muerte. Es que en la sociedad que describe el director Jeremy Saulnier, nadie parece interesado en llamar a la policía y todos toman la justicia por su mano.
"Cenizas del pasado" es un thriller interesante, con climas que van desde el drama al cine de terror, con escenas realmente crudas en las que abundan la sangre y el gore. La historia detrás de las sucesivas venganzas empieza siendo muy hermética y el director la va desenredando a cuentagotas, lo que requiere un sutil trabajo narrativo que tal vez sea lo mejor del film.
Sin embargo, el asunto a contar es áspero como pocos y realmente el protagonista casi absoluto, es decir el vagabundo que interpreta Macon Blair, es un personaje muy poco carismático como para sostener un film entero, aun uno tan bien escrito como este "Blue ruin".