Enésima “Atracción fatal” con poco para destacar
La obsesión que desarrolla el vecino de Jennifer Lopez por la voluptuosa diva pop tiene un gran problema:es demasiado cercana a la trama de infinidades de thrillers que el espectador viene viendo desde hace ya décadas, sobre todo luego del éxito de la horrible pero inolvidable "Atracción fatal". De hecho, el director Rob Cohen maneja todo el asunto de manera tan básica que llama la atención que todo el producto no haya terminado directamente con una actriz menos importante que J LO ubicado en la batea de las películas "directo al DVD".
Cohen es un director bueno a la hora de plantear escenas de superacción como las que logró en "Dragón" (la biografía de Bruce Lee) y en la primera entrega de la saga de "Rápidos y furiosos". Pero el suspenso nunca fue lo suyo y eso se nota en el trazo grueso con el que está contada esta historia. La protagonista es una mujer que aun engañada de manera flagrante por su marido, no se atreve a separarse de una manera definitiva, detalle que aprovecha el joven y apuesto vecino Ryan Guzman, que primero ofrece una mano en arreglos hogareños y luego el resto de su cuerpo para una noche de pasión al rojo vivo, de la que la reprimida profesora de secundaria casi inmediatamente se arrepiente. Lo que por supuesto origina que el seductor muestre su verdadera y peligrosa personalidad (que ya dejaba entrever previamente, aunque nadie se dio por enterado dentro de la película. Lo bueno es que López tiene presencia en la pantalla, Cohen filma bien y mantiene siempre el ritmo y, por lo menos cuando el espectador no da crédito a lo minimalista y previsible que sucede en la pantalla, tiene la opción de reírse del humor involuntario que surge del guión.