El arte sana
"Cesare deve morire"es el galardonado trabajo de los hermanos Taviani ("Padre padrone", "La noche de San Lorenzo", "Kaos") que presenta a un grupo de presidiarios preparando de manera magistral la famosa obra shakespeariana, "Julio César". No es una representación de la cárcel hecha por actores, no no, es una película filmada con presos reales de La Rebibbia, una prisión de máxima seguridad ubicada en las afueras de Roma. En este aspecto inusual, los Taviani colocaron el factor principal de su trabajo y no se equivocaron. Impacta y moviliza ver los procesos emocionales por lo que pasan estos tipos para poder dar vida a la obra que se proponen llevar adelante. Realidad y ficción se mezclan de manera inversa a lo que estamos acostumbrados a ver, además de que se combina teatro con cine de una manera que resulta refrescante para la gran pantalla. El producto está potenciado doblemente, por un lado a través de la vivencia de una historia famosa de Shakespeare que trata poderosamente temas como el bien mayor, la traición y la amistad, y por otro la conducción profesional de los directores que hacen quedar en evidencia a más de un ladri que anda dando vuelta por Hollywood.
El problema que yo percibí en este film es la dinámica, el ritmo que por momentos se ahoga entre tanto cine arte. Me gusta el cine arte, pero creo que debe encontrar un equilibrio con el entretenimiento. Que "César debe morir" esté filmada un 90% en blanco y negro y sólo un 10% en color me parece muy útil para transmitir las sensaciones que se viven en la historia, que se haga una analogía entre las duras vivencias de los presos y las emociones que genera la obra de Shakespeare es muy bueno también, al igual que ese mensaje tan cierto y contundente que redondea el metraje invitándonos a vivir más de cerca el arte. El inconveniente es que a veces este tipo de producto es concebido para un grupo reducido de espectadores, que está acostumbrado a este cine, y se deja atrás al público no tan educado en esta forma. NO estoy hablando de poner explosiones, minas en bolas o efectos audiovisuales, sino más bien me refiero a imprimir un ritmo más dinámico y sensorial, que movilice no sólo a través de la idea del film, sino a través del uso de técnicas cinematográficas de edición, ritmo narrativo y visuales que sean un poco más fáciles de digerir.
Una peli recomendable, que hay que ver con predisposición y paciencia. Una peli que interpela y que, al igual que a los internos de La Rebibbia, nos sana a través del arte.