Es un minucioso documental militante en contra de la explotación sin límites de la naturaleza, concretamente en el Chaco paraguayo, donde se estafa sin coto en nombre de las grandes corporaciones, se olvidan de los derechos de los pueblo originarios y se destroza sin piedad ni consideración un ecosistema arrasado por la ambición feroz. Daniele Incalcaterra, el director pero también el protagonista, junto a la codirectora Fausta Quatrini ponen en el centro de la escena las 500 hectáreas que el realizador heredó de su padre y que él quiere mantener vírgenes bajo la responsabilidad de los guaraníes Ñandevas, legítimos propietarios del bosque. Una verdadera y literal Arcadia que tiene aliados como el ex presidente Lugo y otros políticos y funcionarios. Pero que se enfrenta a los más poderosos intereses políticos y económicos. La esperanza contra la corrupción. El peligro frente a la utopía. Una realización interesante y poderosa para no perderse.