El filme de Incalcaterra y Quattrini es una continuación de su anterior documental, "El Impenetrable", donde planteaban la azarosa aventura de heredar 5.000 hectáreas en el Chaco Paraguayo y tratar de donarlo como reserva ecológica. Tanto ésta como aquella revelan la necesidad de tomar medidas para evitar la deforestación que tiene lugar en el continente y los problemas, no sólo burocráticos, que se presentan y pueden postergar los mejores deseos.
Paraguay parece tener el récord en cuanto a deforestación, con sus 2.000 hectáreas de bosque destruidos por día. Su situación no difiere demasiado de otros lugares del mundo con temáticas similares, que dejan al descubierto intereses de grandes propietarios, sumados a apoyos estatales conflictivos, indiferencia hacia los derechos ancestrales de las poblaciones indígenas y acciones de bandas contratadas para violar la justicia.
El filme, premiado internacionalmente, incluso en el Festival de Mar del Plata, muestra al director que ya concedida la posibilidad de donación de las tierras heredadas con el objetivo de convertirlas en reservorio natural (con intervención del entonces presidente del Paraguay Fernando Lugo), vuelve al punto cero cuando los contratos de posesión de la tierra revelan otro dueño.
Una serie de inconvenientes apoyan la elección de ganancia inmediata que hacen grandes empresas y productores independientes con la rentable siembra de soja y utilización de tierra para ganado. La devastación de la tierra, su desertificación con el tiempo, sería una realidad de no tomarse medidas que las reuniones de guaraníes ñandeva, sus verdaderos dueños, apoyan.
MOSTRAR EL PROBLEMA
"Chaco" se detiene en la zona en litigio mostrando la riqueza de la naturaleza, las reuniones tribales en la zona y las de Daniele Incalcaterra con sus abogados o con políticos en encuentros que incluyen al ex presidente Lugo convertido en senador y apoyando el proyecto "Arcadia".
La película, extensa en su desarrollo, abunda en acumulación de conflictos, incluídas las objeciones de los beneficiados guaraníes ñandevas, que no aceptarían lo que ellos consideran "comercialización de la Madre Tierra". Más allá de esto, "Chaco" cumple con su función de alertar sobre los problemas ambientales y visibilizar factores decisivos en la gestación de una catástrofe que puede ser evitable.
El futuro dirá si la Arcadia se convertirá en hogar de todos los hombres o sólo será recordada como la mitológica región del Peloponeso, propiedad del Dios del Bosque (Pan), sólo habitada por seres sobrenaturales.