Mucho dato, nada de cine
Documental de Felipe Pigna sobre la provincia del Chaco.
Ya se ha dicho mil veces: las buenas intenciones no necesariamente hacen buenas películas.
Chacu , un documental de Felipe Pigna acerca de la historia de esa provincia argentina, es un ejemplo cabal de eso: un reporte investigativo, apresurado, confuso, sin matices, que intenta contar en 80 minutos más de medio siglo de historia, que abarcan choques culturales, raciales, políticos, geográficos y demás.
El filme es un compilado de entrevistas, que se apilan una tras otra casi sin descanso. Eso, acompañado con unas pocas fotos y unos diagramas y dibujos que intentan explicar los cambios geográficos a lo largo de la historia del Chaco, puede servir como para una clase en una escuela secundaria. Y ni siquiera: la apurada sucesión de nombres, hechos, conflictos, batallas y situaciones sería imposible de recordar por alguien no ducho en la historia de la provincia. Y si esa persona lo es, este documental le es absolutamente innecesario.
A lo sumo, lo que consigue Chacu es dejar en claro que las tribus originarias de la región (los qom, los wichi, los moqoit) han sido muy castigadas por el hombre blanco desde siempre, y que recién hace poco se empezaron a respetar sus ideas espirituales y esencia cultural.
Más allá de las problemáticas políticas que tienen hoy a los qom en el centro de un conflicto nacional, Chacu , un filme producido por el Ministerio de Educación de esa provincia, no tiene ninguna estructura cinematográfica y no hay mucha lógica que explique su estreno comercial. Pero tampoco sirve dejarlo como un “buen producto educativo para TV”, porque tampoco lo es. Es un demo, un informe, un ensayo.