Voy a ser totalmente sincero: tenía muchas ganas de ver Chappie. No sólo porque en los cines norteamericanos se estrenó hace meses (de hecho, acaba de salir en video). Sino también porque es tan sólo el tercer largometraje de Neill Blomkamp, un director con una mirada muy particular y bien definida sobre el futuro, la humanidad, y la Inteligencia Artificial, lo cual es más que evidente en sus 2 films previos: Elysium y -muy especialmente- District 9, su opera prima.
Peeeero... las ganas no siempre se condicen con las expectativas.
Los primeros minutos de Chappie hacen recordar -demasiado- a Robocop, ya sea la original del '87 o su fallida remake del año pasado. Una ciudad -en este caso, nuevamente Johannesburgo- desbordada por la violencia y los asesinatos recurre a una nueva fuerza policial robótica creada por una compañía de armamento llamada Tetravaal. Las imágenes de noticiero, el caos en las calles, los policías humanos desplazados por la nueva tecnología... todo remite un poquito demasiado a la brillante creación de Paul Verhoeven. Y ni hablar del robot "Moose": un armatoste bípedo que más que homenaje es un choreo descarado al ED-209.
Pero entonces conocemos a los "Scouts": robots con apariencia humanoide, con increíble fuerza y agilidad, que hacen disminuir considerablemente la tasa de criminalidad. Este modelo es una creación de Deon Wilson (Dev Patel, el de Slumdog Millionaire), un joven programador que sueña con crear una Inteligencia Artificial 100% consciente y con sentimientos. Todo esto mientras compite con Vincent Moore (un Hugh Jackman con "cubana" y bermudas), otro programador ex-milico que le tiene bronca a Deon cuando ve cómo Michelle Bradley (Sigourney Weaver), la CEO de la empresa, le recorta el presupuesto de su imperfecto robot "Moose" favoreciendo el éxito de los "Scouts" entre las fuerzas del orden.
Cuando Deon finalmente logra programar/crear su I.A. totalmente consciente y le pide permiso a Bradley para testearla, ésta lo despacha rápidamente ("Manejo una compañía de armas... ¿y tú quieres traerme un robot que sepa pintar y escribir poesía?"). Entonces el joven nerd hace lo que hacen todos los genios incomprendidos en el cine: va y lo prueba por su propia cuenta, en secreto. Bah, eso es lo que intenta hacer. Porque cuando se roba del depósito un robot que ya había sido gravemente dañado en un tiroteo (su batería soldada está descargándose sin posibilidad de recarga), Deon es interceptado y secuestrado por un trío de delincuentes desesperados que buscan un "control remoto" que apague a los robots y les facilite concretar un gran robo. Es así como conocemos a Ninja, Yo-Landi, y Amerika (José Pablo Castillo), quienes llevan a Deon a su aguantadero. Cuando el muchacho implora por su vida, logra convencerlos de que lo dejen testear su programa y cederles al robot, a lo que Ninja (líder del grupo) accede rápidamente, fantaseando con "educar" y moldear al robot a gusto y piaccere para que les haga el trabajo sucio. Y así nace Chappie.
Y realmente puedo decir que Chappie nace. Porque los primeros momentos del robot se asemejan magistralmente a los primeros minutos de vida de un animal, a los primeros meses de un niño. Chappie se esconde y tiene miedo de lo que ve, se asombra por cada cosa que le muestran (mostrando especial afecto por un pollo y un libro), dice sus primeras palabras tímidamente... la construcción del personaje creada por Blomkamp y Sharlto Copley (el actor fetiche del director, habiendo trabajado en todos sus films, y acá encargado del motion-capture de Chappie) es realmente impecable. Durante el transcurso del film, vemos su evolución, su madurez: pasa de comportarse como un bebé que quiere tocar todo porque todo le da curiosidad, a ser un niño ingenuo que comprende paulatinamente la realidad y la fragilidad de la vida, para luego "convertirse" como un adolescente que se deja influenciar por las malas compañías y se rebela contra su padre, hasta finalmente entender qué es la condición humana, la aceptación y qué implica sacrificarse por sus seres queridos.
Chappie se debate constantemente entre lo mejor que tiene para enseñarle el ser humano (las artes, la compasión, la solidaridad, el respeto por la vida) y lo peor que tenemos como sociedad (el engaño, la ambición, la discriminación, la violencia). Por un lado, su creador, su "padre biológico"; por el otro, su "familia adoptiva". Y en el medio, Chappie, tratando de ser fiel a sí mismo, de tomar sus propias decisiones y aprender de sus errores, creando su propia personalidad, su propio ser.
El diseño del robot es excelente. Por momentos, parece sacado de algún videojuego de acción. Al ser tan delgado, sus movimientos son sumamente graciosos y payasescos. Sus "gestos" faciales están pensados con gran ingenio: tiene una especie de barra semicircular que funciona como una boca, junto a un visor y dos antenas/orejas que se mueven constantemente, ofreciendo una cierta variedad de expresiones (mi favorito es cuando pide perdón, dando la imagen un cachorrito asustado con las orejas bajas). Hasta cuando habla todo acelerado cuando descubre algo nuevo tiene cierta inocencia infantil en su voz (cada vez que llamaba "Mami" a Yo-Landi no podía evitar sonreír). Sin lugar a dudas, Chappie es uno de los mejores personajes creados mediante CGI en los últimos años.
OK, todo muy lindo hasta ahora... ¿dónde está lo malo de la película, entonces? Si prestaste atención a la sinopsis que hice, menciono tiroteos, humor, sacrificio... una cierta variedad de tonos para una película, ¿no te parece? Y ése es justamente el problema: por momentos parece que Chappie no se define qué tipo de película quiere ser, de qué quiere hablarnos Blomkamp: ¿se trata de una comedia a lo Cortocircuito, con un robot aprendiendo a vivir en medio una familia disfuncional criminal? ¿O intenta decirnos algo sobre lo que significa estar vivo, la individualidad del ser humano, y la trascendencia de su esencia más allá del cuerpo físico? ¿O simplemente es una película de acción futurista con robots copados? Reformulo mi pregunta: ¿quiere decirnos algo en particular o, lo que sería peor, quiere decirnos todo a la vez?
Porque Chappie tiene un poco de cada cosa... lo cual no siempre es bueno: tenés escenas que resultan sumamente divertidas (Chappie aprendiendo todos los gestos y la jerga de su "familia" criminal, haciéndose el gangsta y robando autos), escenas de acción muy bien construidas (el tiroteo final todos contra todos, que incluye una muerte tan violenta y gráfica que termina resultando descolocada), y preguntas filosóficas y profundas que -como todo buen relato de ciencia-ficción- son interesantes y vale la pena preguntarse, pero que terminan respondiéndose a medias. Incluso tiene un par de momentos que rozan lo dramático: cuando Chappie -aún con la mente de un niño- es abandonado y vapuleado por una pandilla en la calle... o cuando en más de una ocasión implora por su vida y expresa su deseo de no morir... realmente te generan una enorme pena por el personaje, y crean una empatía hacia él que merece ser elogiada.
Por el lado de las actuaciones humanas... todos están correctos, aunque sinceramente ninguno tiene mucho para hacer. Dev Patel tiene esa carita de buen pibe obligatoria para su personaje, Hugh Jackman termina siendo un villano de manera algo forzada (el verdadero villano es su peluquero), mientras que Ninja y Yo-Landi Visser (el dúo rapero sudafricano Die Antwood en la vida real), terminan siendo los "padres" excéntricamente queribles. Pero, en definitiva... ¿a quién le importan los actores? Si cada vez que Chappie está en pantalla, se come la escena.
La película comienza con dos entrevistados que nos dicen que Chappie "cambió el mundo". OK... ¿cómo? Porque nunca lo vemos acá. Si Blomkamp lo tiene todo pensado en su cabeza, hasta ahora no lo compartió con nosotros. Supuestamente Chappie sería una trilogía (por el desenlace, tranquilamente podría ser el caso) pero, debido a que no le fue tan bien como se esperaba en la taquilla, por ahora no sabemos si esos planes llegarán a puerto o no. En cuanto al final en sí... no resulta del todo satisfactorio, pero en la versión editada en blu-ray hay un final alternativo de 5 min.: habría que ver qué tanto difiere ese.
VEREDICTO: 7.5 - CHAPPIE FOREVER
Al intentar ser mucho de cada cosa, lamentablemente Chappie termina siendo un poco de todo. Ojo, la peli no es mala en absoluto (no le des bola a los que dicen eso), pero definitivamente le faltó enfocarse en alguno de los tantos temas que plantea, y seguir con ese hasta el final. No obstante, que quede bien claro: acá la estrella definitiva es Chappie, uno de los mejores personajes creados por computadora de la última década, y la peli merece ser vista aunque sea sólo para apreciarlo y aplaudirlo.