La historia de la explosión de Chernobyl vuelve, pero esta vez desde la mirada rusa, y cuenta el suceso de la catástrofe del reactor nuclear número 4, en Abril de 1986 y que provocó uno de los mayores desastres perpetrados por el hombre en la historia de la humanidad. La película de Danila Kozlovsky retrata personajes e historias de vida de ficción. Sus protagonistas son una pareja formada por Alexey Karpushin (Danila Kozlovsky) un hombre de 30 años que trabaja en la Estación de Bomberos en Pripyat (muy cerca de la Central Nuclear de Chernobyl), su ex novia la peluquera Olga Savostina, (Oksana Akinshina) con quien se reencuentra casualmente y Alex, el hijo de la joven. El muchacho tenía pensado comenzar una nueva vida en Kiev, pero la repentina tragedia lo convoca a ayudar a sus colegas y atender las repercusiones. Al haber trabajado como Inspector de incendios conoce los túneles y pasillos debajo de los reactores, y es por esto que es llamado por los Gobernantes para colaborar en algo preciso: él y otros buzos deberán abrir manualmente una válvula de drenaje del depósito de agua refrigerante, ya que si el núcleo del reactor llegara al depósito, Europa toda estaría en peligro de contaminación. Mientras los buzos se preparan, el lugar es evacuado para seguridad de sus habitantes, ya que la radiación comenzó a hacer estragos. Entonces todo el film se centra en la preparación y descenso de estos hombres para salvar las vidas de los habitantes de lugar, ya que algunos ya sufrieron quemaduras mortales por radiación. Una película que decepciona primero porque siendo rusa está doblada al inglés y mal subtitulada y eso distrae. La música no acompaña de manera agradable, las escenas se prolongan más de lo necesario y el romance de los protagonistas es tibio y tedioso, muy similar a una novela de un canal de aire. Se dice que es la respuesta rusa a la miniserie de HBO, eso no nos consta pero la que recomendamos es justamente esa...la de Craig Mazin.