La inmediata respuesta del cine ruso más comercial a la superproducción de HBO, contando la tragedia del reactor nuclear a partir de la mirada de un grupo de personas que intentaron, en medio del caos y la inercia gubernamental, proponer soluciones a algo completamente inesperado. Drama, lágrimas, emoción, un tono telenovelesco para relatar una de las más grandes negligencias humanas de todos los tiempos.