La película no inventa nada nuevo, las parejas desparejas de policías abundan en la pantalla grande desde hace décadas, pero en esta ocasión la veta cómica está asegurada por los excelente diálogos (con timming de sitcom) y la calidad de las 2 intérpretes principales, que con sus diferentes estilos de hacer humor, demuestran que son dos comediantes de primera. Las dos heroínas están perfectamente descriptas, plagadas de tópicos y clichés, y se entregan en cuerpo y espíritu al humor físico más clásico sin ningún tipo de miedo al ridículo.
Muchos y efectivos gags marcan el ritmo de esta comedia sin pretensiones que cumple con lo que promete, hacer reír y entretener durante dos horas de metraje.