No podía haber términos medios. “Chicas armadas y peligrosas” debía ser buena o mala y, así, catapultar o enterrar a sus dos actrices. Pero, ¿acaso alguien dudaba de la capacidad en comedia de Sandra Bullock y Melissa McCarthy? Claro que no, esta dupla no defrauda y convierte al filme en una buena “Buddy movie” policial.
Sandra Bullock es Sarah Ashburn, una solitaria agente del FBI tan obsesiva y eficaz como arrogante e insufrible al punto de ser odiada por todos sus colegas. Su jefe, el mexicano Demian Bichir, la envía a Boston para una misión que podría darle su anhelado ascenso: desbaratar una organización de narcotraficantes. El mismo caso está siendo investigado por Shannon Mullins (interpretado por la sorprendente Melissa McCarthy), una ruda policía de la ciudad con métodos bastante brutales. El resto es pura comedia, algo a lo que nos tenía acostumbrados Sandra Bullock en Miss Simpatía y que retoma en este filme con grandes momentos.
En cuanto a la historia, es bastante simple y por momentos se vuelve algo pesada, pero logran remontar eso con gags y accidentes graciosos (punto fuerte de Melissa McCarthy). Así, el director Paul Feig, se anota un punto más en las comedias para darnos un buen rato de risas y diversión en el cine.