En una primera lectura esto puede sonar un poco exagerado pero el archivo es claro al respecto.
Chicas armadas y peligrosas es una propuesta histórica dentro de los policiales de acción al presentar la primera producción hollywoodense que trabajó el subgénero de las buddy movies con personajes femeninos en los roles protagónicos.
Akira Kurosawa fue el gran padre de las buddy movies con Stray Dog, aquel tremendo policial de 1949, con Toshiro Mifune y Takashi Shimura, que brindó a la primera pareja de policías con personalidades opuestas que tenían que colaborar juntos para resolver un caso.
También fueron los asiáticos los pioneros en trabajar esta historia exclusivamente con mujeres como fue el super clásico de Corey Yuen, Yes, Madan (1985), que reunió a esa gran dupla que formaron Michelle Yeoh y Cynthia Rothrock.
En Hollywood, salvo por la serie de los ´80, Cagney y Lacey, en el cine estos filmes siempre estuvieron protagonizados por hombres.
Chicas armadas y peligrosas evoca con mucho humor esas recordadas producciones como 48 horas y Arma Mortal con una historia disparatada que sobresale por la excelente dupla que formaron Sandra Bullock y Melissa McCarthy.
El film representa el cuarto trabajo para el cine de Paul Feig, quien había dirigido previamente Damas de compañía, que hizo popular a McCarthy.
Un realizador que suele estar asociado con la comedia y trabajó en la serie de televisión de Judd Apatow, Freaks and Geeks, The Office, Weeds y Arrested development.
Su nueva producción no presenta nada nuevo que no hayamos visto en este género pero es una muy buena comedia que ofrece un buen entretenimiento con los dos personajes principales que son muy divertidos.
Mellisa McCarthy que hace poco la vimos en la decepcionante Ladrona de identidades, acá vuelve a destacarse a lo grande con un guión que le permitió sobresalir como actriz.
La policía Shannon Mullins, que es una especie de hermana gorda de Martin Riggs, se destaca claramente entre los mejores personajes de su filmografía hasta la fecha.
Por otra parte, el film nos recuerda el talento que tiene Sandra Bullock para la comedia, quien hace rato no encontraba un proyecto de este tipo donde pudiera destacarse como lo hizo en esta historia.
Reitero, el argumento es predecible, pero esta no es una película que se apoye en la intriga del conflicto, sino en las situaciones cómicas que generan las dos protagonistas y en ese sentido es un gran éxito.
Definitivamente vale la pena su recomendación.