Imperfecta, con chistes fuera de timing a veces, pero con la única alternativa posible para la serie original, reírse de sus zonceras. Eso es lo que hace el actor, director y protagonista Dax Shepard, aunque los laureles se los lleva ese tipo genial que es Michael Peña, capaz de ser dramático y cómico con la misma soltura. No tiene la creatividad de “Starsky y Hutch” ni la química de Jonah Hill y Channing Tatum en “Comando especial”, pero no molesta y uno se ríe.