Las buddy movies del cine norteamericano siempre siguen un estándar que puede se más o menos similar, algo que se prolonga en sus resultados de taquilla. Estas películas, a riesgo de parecer prejuicioso, no llegan a quedar en la memoria del espectador, algo que comienza por vislumbrarse en los resultados de taquilla. Exceptuando aquellas sagas como Rush Hour, Bad Boys, Starsky & Hutch -con más aprecio por la versión de la pantalla chica que por su adaptación- y Men in Black si se quiere, que han sabido ganarse la simpatía del público y la taquilla, el resto vaya y pase. CHiPs, una especie de remake del famoso show emitido entre 1977 y 1983, no logra ser la excepción.