Un peligroso equilibrio.
Al principio cuesta un poco aceptar que un personaje aparentemente tan racional como el de Catherine, que es interpretado por Julianne Moore, puede desbarrancar ante lo que siente como una amenaza de infidelidad de su marido David, interpretado por Liam Neeson. Para comprobar o descartar sus sospechas contrata a una bella joven, la Chloe del título, a cargo de Amanda Seyfried. El director Atom Egoyan reviste el relato de una efectiva capa de ambigüedad para la cual Seyfried resulta ideal con su expresión inocente. Moore apela a lo mejor de sus antecedentes para encarnar a un personaje que se destaca por su complejidad, y que con su obsesión, se expone al riesgo de descubrir más sobre ella misma que de su, también, ambiguo marido.