Un niño de 11 años zapatea sobre el piso de la casa, con fuerza, como reclamando su deseo infinito de convertirse ya en un hombre. Criado junto a su padre, pero a punto de abandonar el pequeño pueblo patagónico de Choele Choel para emprender un nuevo destino con mamá, Coco enfrenta una intensa temporada de cambios. Es el ingreso a la adolescencia, el torrente hormonal que empuja y que se impone cuando entra en escena la nueva y atractiva vecina, que es tanto más grande, pero igual le quita el sueño. Más de un obstáculo se interpone entre él y su fantasía amorosa, aunque el más terrible es un competidor que Coco no alcanza a ver venir.