Ihjãc hace tiempo que no logra dormir bien. En verdad, desde que su padre falleció. Fue aquel acontecimiento el que empujó a este joven de quince años a una búsqueda. Una que no se planteó pero que vino por él para obligarlo a entrar de forma definitiva en la adultez.
Pedra Branca, en el estado de Tocantins, ubicado al norte de Brasil es el escenario alrededor del cual este largometraje gira. Allí se encuentra Ihjãc, compartiendo sus insomnios con una cascada que le habla y los días con su familia y los demás miembros de la comunidad indígena Krahô.