El rostro de Ana expresa lo que calla, lo que contiene tanto vivo como muerto. Su actitud corporal tan retraída y apacible despierta interrogantes y genera una constante tensión. Tensión que colma su modesto departamento; se traslada con reproches hacia su hija y a su marido, o se enciende en la vela de una torta de cumpleaños que debería soplar alguien que nunca estuvo. Pero está ella, esa madre incansable que busca a su hijo insistentemente hace 18 años. ¿Es sólo una obsesión o hay algo que le ocultan? ¿Qué pasó con ese bebé al nacer?
Así comienza la nueva película del realizador serbio Miroslav Terzic (Redemption Street, 2012), quien expone con solvencia narrativa y una interesante puesta en escena, un drama que fusiona con el thriller psicológico en torno a la identidad y a las irregularidades en los nacimientos en Serbia durante la conflictiva década de los 90. El testimonio de esos hechos, no han dejado más que cicatrices abiertas en muchas familias.
Magistralmente interpretada por Snežana Bogdanović en el papel de Ana, una costurera de Belgrado que vive con su esposo Jova (Marko Baćović) un vigilante nocturno, y su hija adolescente, Ivana (Jovana Stojiljković). Ana insiste en seguir buscando a su hijo, desconociendo dónde fue enterrado el cuerpo que jamás vió. La búsqueda la llevará a interpelarse, a confrontar con su familia y con autoridades locales, porque hay algo que no la deja claudicar. Ella insistirá hasta encontrar la verdad.
Como si todo estuviese en función de un enigma y de las puntadas con que Ana arregla las prendas de otros, Terzic dosifica muy bien la información que brinda al espectador para hilvar los hechos y generar climas. De esa manera, trabaja sobre los indicios, la gestualidad, y las miradas en función de lo no dicho, lo latente, lo que falta descubrirse. En esa búsqueda, va desorientando el conflicto inicial en torno al mundo interior de la protagonista, mostrándola endeble e inestable, para despegarse un poco del drama y otorgarle más dinamismo a través del suspenso.
Desde lo visual, el realizador compone una estilizada puesta en escena junto a su director de fotografía Damjan Radovanovic, con una elección que va desde planos cercanos e interiores asfixiantes hasta tomas panorámicas que se ajustan a una composición naturalista ajustada a los hechos.
Exhibida en la sección Panorama del Festival de Berlín y ganadora del Premio del Público, Cicatrices nos acerca a un realizador que forma parte de las nuevas voces del cine serbio contemporáneo; un realizador que demostró no estar ajeno a la realidad que denuncia desde un interesante relato de ficción.
CICATRICES
Savovi / Stitches. Serbia, 2019.
Dirección: Miroslav Terzic. Guion: Elma Tataragic. Intérpretes: Snezana Bogdanovic, Marko Bacovic, Jovana Stojiljkovic, Vesna Trivalic, Dragana Varagic y Pavle Cemerikic. Música: Aleksandra Kovac. Fotografía: Damjan Radovanovic. Distribuidora: Mirada. Duración: 98 minutos.