La insoslayable necesidad de buscar la identidad
Paula Hertzog es Lila, una niña que acude a una escuela rural y, con la ayuda de su maestra, irá tras la huella de su padre, con apenas una pista. La ópera prima de Lucchesi construye un vínculo de solidaridad entre sus protagonistas.
En 2011 se estrenaba en Buenos Aires De caravana y para la mayoría del público fue una sorpresa, no sólo la vitalidad de la película de Rosendo Ruiz sino por su origen, Córdoba, una provincia que con Atlántida, El invierno de los raros, Salsipuedes y Escuela de sordos, entre muchas otras, se convirtió en un polo cinematográfico ineludible a la hora de definir al actual cine argentino.
Con una historia simple de iniciación –temática transitada fuertemente por el cine nacional de los últimos años– a partir de una niña que ingresa a la adolescencia con la urgente necesidad de descubrir quién es su padre, Ciencias naturales se alzó con varios galardones en Guadalajara y el Gran Premio del Jurado Internacional de la sección Generation Kplus en el Festival de Cine de Berlín y se convirtió en uno de los film cordobeses más exitosos en cuanto a recorrido internacional.
Tal vez lo que distingue a la ópera prima de Matías Lucchesi es la sensibilidad a la hora de abordar la historia (escrita por el propio director junto a Gonzalo Salaya) y el formidable trabajo de Paula Hertzog y Paola Barrientos, alumna y maestra en la ficción que transcurre en una inhóspita escuela rural de las Altas Cumbres y luego se traslada a pueblos tristes, desangelados, con dos personajes a los que separan edad y condición social. Y sin embargo, cada uno es imprescindible para el otro.
Sin lugar a dudas, el motor del relato es la convicción absoluta de Lila (Hertzog, en su segundo trabajo luego de El premio, de Paula Markovitch), que con apenas una chapita con el nombre de una empresa a donde se supone que trabajaba su padre, empieza la búsqueda en compañía de su maestra Jimena.
Si la iniciación y el tránsito a la adolescencia o a la vida adulta son uno de los temas fundamentales de muchísimas operas primas argentinas, Ciencias naturales también se asienta en el tópico de la identidad –como consecuencia de la última dictadura o de los jóvenes náufragos en la desolación de los noventa–, el otro gran eje de los realizadores treintañeros.
Narrada en un tono sereno y respetuoso del deseo y la necesidad de esa chica que intuye que aunque no tenga éxito en encontrar al ausente, la propia investigación irá completando su historia, Lucchesi traza un mapa de la solidaridad que van encontrando las protagonistas y el conmovedor lazo afectivo que se va tejiendo entre ambas. Una pequeña y conmovedora historia que se concentra en el crecimiento en medio de las fragilidades afectivas y que con un desarrollo noble, indaga con sobriedad la complejidad de sus personajes.