El éxito desmesurado de la trilogía de E.L. James ya dio motivos de discusión como fenómeno, por la elección de los protagonistas del film, por el anuncio de las dos que se vienen y por la venta anticipada que indica que antes de las críticas y el boca a boca, el negocio será redondo. Porque es un negocio impresionante. La
adaptación cinematográfica, vigilada por la autora, mejora el libro, pero por una decisión de los productores, no es un film porno, y la directora Sam Taylor Johnson logra que la química de entre los actores funcione, le da una impronta publicitaria, correcta, bella y en las escenas hot nadie se sale de control y la cámara se detiene
justo en el límite para el corset de los erótico o porno light. Y la historia crece en lo romántico, y en el poder de sentimientos verdaderos. Siempre las imágenes compiten con las fantasías de los lectores pero es fácil suponer que una vez comenzado el film esta mezcla de sumisión y dominio, sadomasoquismo sin peligros, estará
a la altura de las expectativas. Si se tragó los tres libros o no VAYA