50 Sombras de Grey es una película para mujeres; pero no cualquier público femenino. Si alguna vez pensaron que Cenicienta podía renovarse pero quitandole todo el concepto del amor y apoyandose solo en el deseo y el poder; esta es su versión.
¿Por qué digo que 50 Sombras de Grey esta pensando para ese tipo de público? Porque toda la película esta puesta en el punto de vista de Anastasia Steele y su idílica forma de enamorarse de un excéntrico y joven millonario; que esconde placeres ocultos.
Cabe destacar, que aquí el problema no radica en el elenco (como si en otras historias del mismo nivel ya sea la saga Crepúsculo); tanto Dakota Johnson (Steele) como Jamie Dornan (Grey), cumplen los requisitos de sus papeles. El problema radica en su pobre historia y vacio guión.
¿No es increíble que estando en el siglo XXI y con toda la invasión de estímulos que conlleva la internet y los medios; una historia como esta haya tenido éxito?.
Quizás su éxito radica en que mas de la mitad del film podría ser leído como una comedia romántica que se ríe del sexo; provocando la risa vergonzosa de las/los espectadores. Lo que resta es una sutileza erótica, que queda muy lejos de la realidad del sadomasoquismo y casos teatralizados en el canal Discovery Channel.