Fan Fiction hormonal
Antes de realizar cualquier tipo de análisis o comentario sobre este film es necesario aclarar que los orígenes mismos del proyecto son los relatos creados por los fanáticos de la saga Crepúsculo en un ejercicio de composición colectiva o Fan Fiction.Es por ello que el tono, la mirada y el carácter de esta aventura softcore responderá a cánones similares a los de aquella saga vampírica que tantos odios y amores supo despertar en el público y la crítica especializada.
Ese fan fiction fue luego objeto de adaptación a cargo de E.L James y se convirtió en una de las sagas literarias de mayores ventas en los últimos años.Con legiones de seguidoras por todo el mundo era más que obvio que se imponía una adaptación a la gran pantalla de esta historia de sexo y deseo.El casting fue un evento en si mismo y las ávidas lectoras opinaron sobre el acierto o no de los protagonistas elegidos. Jamie Dorman fue el encargado de encarnar al millonario y exitoso Christian Grey mientas que Dakota Jonhson ( hija de dos íconos sexuales ochentosos como Don Johnson y Melanie Griffith) puso el cuerpo para dar vida a Anastasia Steele.
Anastasia es una joven estudiante de literatura que deberá reemplazar a su amiga enferma en una entrevista al joven seductor Christian Grey desde el primer encuentro la química será instantánea y nacerá entre ambos una pasión que no podrám contener.Sin embargo es claro que el millonario Grey tiene gustos algo extraños al momento del sexo que tratará de inculcar a la jóven y cándida estudiante.
Plagada de frases y lugares comunes, el film tiene una factura técnica impecable y una banda de sonido que acompaña los diversos climas que se generan. La química jamás termina de cerrar del todo entre ambos, si bien es notable el trabajo de Dakota en la creación de esta mujer que a pesar de ser “sumisa” asume un rol activo en la dinámica de interacción.
50 sombras de Grey es un film que entretiene y no intentar ser más de lo que realmente es y lo que marcó su origen de fan fiction: un conjunto de deseos incumplidos de un sector femenino en forma de relato de amor y mínimo erotismo. Compararla con “Ultimo tango en París “ o ” Nueve semanas y media “ es desconocer claramente la intención de su autora. Si bien ciertos aspectos estéticos de la puesta de Adrian Lyne se encuentran presentes en la obra de la directora Sam Taylor-Johnson, cierto dejo de soft porn de hace algunas décadas atrás.
En el camino de adaptación del libro a la gran pantalla ciertas descripciones de carácter muy vívido y explícito han tenido que sacrificarse, de modo que el tono general es más cercano a un film romántico que a un producto erótico y ni hablar de pornográfico.
Sin lugar a dudas uno de los mejores momentos se dará en una cena de negocios en la cual ambos protagonistas debatirán sobre las diversas prácticas sexuales a realizar en el futuro.Sobrevuela un dejo de autoconciencia que hasta hace suponer que ni los guionistas se toman demasiado en serio el planteo general del film.
Una nueva Cenicienta ha llegado y se encontrará cara a cara con un príncipe que además de encantador tiene algunos toques de sadomasoquista.