Cincuenta sombras de Grey es uno de los estrenos que más ruido va a hacer en el año. No porque su historia sea original ni porque sus actuaciones la rompan, sino porque está basada en un best seller mundial que recolectó miles de fans alrededor de todo el mundo, y con la particularidad que aborda el erotismo y el sadomasoquismo. Cosa que hizo que más de una ama de casa entrara en calor y ni hablar de las adolescentes.
Antes de entrar a ver la película hay que dejar todos los prejuicios fuera de la sala porque nos encontraremos ante una propuesta pensada pura y exclusivamente para mujeres, con una historia lineal y simple (y repetida en el cine) llena de frases y situaciones que pertenecen a fantasías.
O sea, es para ver en pareja o con amigas. Hombres solos absolutamente no.
Para que se hagan una idea, es como la primera película de la Saga Crepúsculo pero con sexo. La dinámica de Edward y Bella es absolutamente igual a la de Christian y Anastasia, no solo en actitud sino hasta en repetición de situaciones y escenarios. Tranquilamente se podría hablar de plagio…
Hechas estas aclaraciones me voy a centrar en la película y debo decir que es buena. Entretiene, tiene remates graciosos y la pareja protagónica tiene mucha química.
Incluso, y de acuerdo a las circunstancias de la proyección que uno asista y con quien lo haga, puede llegar a levantar temperatura (para decirlo de forma educada).
Si bien las escenas de sexo son soft (por ello su calificación) al ser tantas y estar bien desparramadas logran transmitir la sensación de que son más elevadas.
Además de destilar belleza y sensualidad, Dakota Johnson se la banca muy bien en un papel un tanto complicado y que la expone no solo por estar desnuda bastante metraje sino también por transmitir mucho con el cuerpo y gestos.
Jamie Dornan porta mucha facha y un sex appeal importante. Sin dudas inunda la pantalla con su presencia y las señoritas que esperan verlo seguramente no saldrán defraudadas.
Luego de su polémico casting, parece que se ha ganado a la mayoría de las lectoras de las novelas homónimas de E. L. James.
Además del cast, la puesta también es buena. la directora Sam Taylor-Johnson hace un buen debut en Hollywood.
Aquí hay que remarcar la acertada idea que tuvieron los productores en darle a una mujer las riendas del proyecto dado a que si se observa con detenimiento se nota que hay una mano femenina detrás de los planos detalles e incluso en la interpretación de los actores.
Todo esto adornado por una excelente banda sonora plagada de hits muy bien puestos en momentos claves.
Por ser hombre tranquilamente puedo ser criticado porque me gustó está película, de hecho ya he recibido cargadas, pero lo cierto es que el film cumple con lo que promete: una historia de amor con un marco erótico, algo que ha quedado en desuso en los últimos años.
Es muy raro que una adolescente (público target de este estreno) haya visto Nueve Semanas y Media (1986), Atracción Fatal (1987), Bajos Instintos (1992) o Sliver (1993), y aquí van a encontrar aunque sea algo de lo que esos grandes títulos brindaron en su momento.
Cincuenta Sombras de Grey se deja ver e incluso puede convertirse en un placer culposo, de esos que de vez en cuando hay que darse.