Coitus interruptus.
Recuerdo que hace bastante tiempo, cuando eran las primeras ocasiones en las que escuchaba hablar del fenómeno literiario causado por la obra de E.L James, siempre daba yo por hecho que se trataba de otra saga adolescente de vampiros. Si bien dicha obra se originó gracias al fandom generado por Twilight, no son tan distantes los errores que aquella saga cometió al llegar al cine, comparados a los que ha cometido Cincuenta Sombras en su adaptación a la pantalla grande.
Dirigida por Sam Taylor-Johnson (Nowhere Boy), 50 Sombras de Grey nos presenta a Anastasia Steele (Dakota Johnson), una recién graduada de universidad que conocerá por accidente, al enigmático millonario Christian Grey (Jamie Dornan); un hombre que la llevará hasta sus límites emocionales y sexuales en una turbulenta historia de… ¿amor?.
Es difícil juzgar una película cuando has leído el libro, pero no lo es tanto cuando la fuente original resulta -al menos en lo personal- una obra bastante aburrida y carente de clímax. Es realmente sorprendente que no haya una situación que genere un punto de quiebre en la trama, lo cual hace que la historia se vuelva tediosa si no te ves identificado por alguno de los personajes. Desafortunadamente, este defecto en el argumento está presente tanto en el libro como en el guión, y he ahí el grandísimo error en la adaptación fílmica. Irónicamente, esta ausencia de crisis era una gran oportunidad para que la cinta superase con facilidad a la novela, y es precisamente la misión que la directora Johnson falló en cumplir.
A nivel técnico, la cinta es impecable, correctamente ejecutada. Si bien hay detalles que restan realismi0 como los sets 100% perfectos o la ya gastada manera de representar conversaciones instantáneas en la pantalla, visualmente es casi perfecta. El uso de las distintas canciones promocionales es genial y se adapta realmente bien a la construcción de la trama, y aparte es aderezada con el toque instrumental de Danny Elfman (Batman). Si te deleitaste leyendo el primer vuelo de Ana con Christian en el Charlie Tango, puedo asegurarte que al menos en esa secuencia no quedarás decepcionada.
En cuanto a las actuaciones, debo enfatizar que es Dakota Johnson quien solita, salva la película. Es más, si tuviera que dar sólo 3 razones para convencerte de ir a ver 50SdG, serían la música, el descenlace y Dakota Johnson. Esta chica entendió perfectamente a su personaje y nos brinda una interpretación honesta y brillante de Anastasia, y no sólo se limita a ser fiel a la esencia de esta mujer, sino que se atreve a ir más allá y es radicalmente más atractiva que su versión literaria.
Jamie Dornan es un caso aparte. Si bien no decepciona, se limita a cumplir vagamente las expectativas, pero no es realmente su culpa. Todo cae nuevamente en un guión que no supo como trasladar el porte de Grey del libro a la pantalla, quedándose chica la versión de Dornan comparada a toda la esencia del Christian original. ¿Hubiese sido mejor elección Charlie Hunnam o Matt Bomer? Seguramente con tan pobre libreto el resultado hubiera sido el mismo.
Es una verdadera lástima que Cincuenta Sombras de Grey no haya cumplido las expectativas. Ni siquiera en las escenas de sexo -que quedarán eventualmente en el olvido- la cinta logra encontrar su mayor acierto. Sería ya demasiado puntualizar otras flaquezas como el triste lugar que le dan a personajes secundarios, que pudieron haber enriquecido el desarrollo de tan enfermiza relación.
Aunque no lo crean, ésta es una pelicula palomera más de febrero (que ya tiene dos secuelas confirmadas).