¿Recuerdan aquél escándalo que involucró a Kristen Stewart y al director de Blancanieves y el Cazador, donde le puso los cuernos a Robert Pattinson? Pues sí, increíblemente aquélla infame película generó el resultado suficiente en taquilla para que podamos ver esta secuela, que resulta ser igual de floja y poco entretenida que la anterior. El Cazador y la Reina de Hielo tiene un gran problema: en la primera media hora, Cedric Nicolas-Troyan (cuya carrera hasta ahora había estado sólo enfocada a la creación de efectos visuales y CGI para películas) no sabe dónde situar la historia, evidenciando que han buscado una trama donde claramente no la hay, lo cual provoca que desde los primeros minutos, la audiencia sienta la película un tanto innecesaria y poco atractiva. Abusando de la voz en off (tal como si fuese un cuento de hadas infantil), nos situamos unos años antes de los eventos ocurridos en Blancanieves, para conocer a Freya (Emily Blunt), la hermosa hermana de Ravenna (Charlize Theron) quien después de una tragedia, decide formar un ejército dedicado a expandir su imperio, siempre a sombras de su hermana. De un momento a otro, ya estamos con Eric (Chris Hemsworth), quien acompañado de la hermosa (si te gustaba Jessica Chastain, aquí te enamorarás de ella) Sara, decide emprender una travesía en busca del Espejo de Ravenna, pues este guarda un oscuro y poderoso secreto. En aspectos técnicos como efectos visuales, stunts y fotografía, la película no decepciona, pero sí sufre una una falta total de trama atractiva, facilitando que veas tu celular una y otra vez durante la función. A estas alturas, uno esperaría que actores de la talla de Blunt o Theron ya no aceptaran aparecer en películas tan aburridas, y ni siquiera sus actuaciones (que son buenas) podrán salvar del olvido a esta cinta. No hay que ser experto para deducir desde los trailers que Hemsworth está aquí por su sex-appeal, porque es exactamente lo mismo verlo como Thor que como el Cazador, la única diferencia real en su actuación es el arma que porta. Otro de los mayores atractivos de la película era precisamente Charlize Theron, cuya presencia es relegada hasta el tercer acto de la historia, pasando así de la expectación a la decepción, pues su personaje es completamente desperdiciado y sólo utilizado para crear lo que pretende ser un cliffhanger para una tercera entrega que, sinceramente, dudo que llegue. El Cazador es una cinta que se verá bastante beneficiada en la taquilla gracias al estupendo primer trailer que tuvo, donde sonó el excitante tema de Halsey, “Castle“. Tal vez el único acierto de Troyan en su debut en la pantalla grande sea el reutilizar esta canción para los créditos finales, pero en una versión con orquesta que sin duda deberá estar en tu lista de reproducción después de salir de la sala. No todo podía ser malo, ¿cierto? En resumen, es una peli completamente palomera, demasiado larga para su sencillez narrativa y una opción más para matar el tiempo mientras esperamos Civil War.
El momento está nítido en mi mente aún. Después de una larga jornada laboral, donde no me asomé a Facebook o Twitter durante todo el día, llegué a casa y mis timelines están saturadas de un solo tema: Zack Snyder ha anunciado la secuela deMan of Steel, y no sólo eso, Batman será también incluido en la historia. Después de la lectura de uno de los pasajes más famosos de The Dark Knight Returns de Frank Miller, las luces se apagan y todo el salon H se queda a oscuras, de pronto, en la pantalla principal aparece el símbolo kriptoniano, mientras que lentamente, una enorme batiseñal se impone alrededor. Locura total.Han pasado 2 años desde aquél día y no puedo siquiera creer que ya conocí a Ben Affleck (Batman), Henry Cavill (Superman) y Gal Gadot (Wonder Woman), y que estoy escribiendo la review en estos momentos. A pesar de la emoción, Batman vs. Superman NO es una película perfecta y, sí, mis queridos amigos, hay varios problemas. Después de la destrucción causada en el enfrentamiento entre Zod y Superman en Man of Steel, los daños colaterales de la batalla también llegan a la vida de Bruce Wayne, quien es de los primeros en cuestionar sobre si debemos confiar la seguridad del planeta a un extraterrestre que no rinde cuentas a nadie. Es aquí donde nos topamos con el primer reto a superar de Zack Snyder: introducir al nuevo Batman. Pocos recuerdan que Ben Affleck fue el segundo actor en ser consultado para interpretar al Murciélago, ya que la primera opción en su momento fue Josh Brolin (No Country for Old Men), quien declinó el papel. A esto sumemos que Christian Bale fue un Batman espectacular, lo cual puso la barra muy en alto incluso para un histrión de la talla de Ben Affleck. No me malinterpreten, no es que Ben no haya cumplido las expectativas, sino más bien el guión sufrió las consecuencias de tener tantos personajes y el vigilante de Gotham no recibió el mismo tratamiento para lograr un personaje más sólido, con más identidad. En su lugar obtuvimos un Batman a medias, que es opacado constantetmente por otros personajes cuando comparte pantalla y no aparenta los supuestos 20 años que lleva a cuestas como detective nocturno. Sí, es más violento y menos paciente, pero personalmente extrañé la dosis de inteligencia criminal que Christopher Nolan utilizó tan bien en su trilogía. Visto en perpectiva, Affleck sí transmite la vibra de interpretar a un Bruce viejo y amargado, pero como Batman, digamos que le faltó tiempo en pantalla como para poder explorar mejor el papel.Destaquemos que Henry Cavill llega a esta secuela con más experiencia y seguridad a su rol. y nos entrega a un Superman que deliberadamente, se muestra lleno de defectos e inseguridad,dudando sobre su rol en la Tierra y la verdadera tarea que tiene al ser el heredero de Kryptón. Atrás quedaron los interminables gruñidos que todo el tiempo hacía en Man of Steel, y se agradece que en sus pocas apariciones como Clark Kent, haya hecho de su álter-ego un periodista más valiente, más atrevido y que nos quite de la mente el estereotipo torpe y bobo con el que nos dejó Christopher Reeve en su momento. La trama exige que Kal-El se muestre lleno de ira en varias ocasiones, y definitivamente esos son los mejores momentos de Cavill como Superman: realmente te intimida que un ser tan poderoso no esté de buenas.¿Qué hay del otro polémico casting, el de Jesse Eisenberg como Lex Luthor? Personalmente me encantó y me atrevo a escribir que puede llegar a tambalear a Heath Ledger como el villano fílmico por excelencia de las películas DC. Elscore de Junkie XL y Hans Zimmer es clave para resaltar la inestabilidad mental de un Lex que si bien no plantea motivos claros del porqué su enemistad con el kryptoniano, es capaz de ponernos la piel de gallina con muestras muy intensas de su maldad y poder. Sobre la banda sonora, podría considerarse la mejor pista la titulada “Black and blue“, que se me quedó impregnada en la memoria lo suficiente para considerarla como “el tema de Lex Luthor”. No obstante, sí se siente la ausencia de un tema musical que se haga propio de Batman, si bien en varios momentos el tema de Superman es reptido con ligeras variaciones, no hay un sonido que identifique de manera especial la presencia de la creación de Bob Kane.Pero la revelación de Batman vs. Superman es sin duda la hermosa Gal Gadot. Muchos verán la cinta en solitario de Wonder Woman sólo por querer ver más tiempo a esta mujer en el papel de la Amazona, que le ha quedado como anillo al dedo. El balance de sex-appeal, audacia y rudeza del personaje logrado en conjuno con Snyder nos hace querer ver ¡YA! su peli en solitario. Su personaje es un catalizador del nuevo objetivo de Warner con DC Comics en el cine: expandir su universo fílmico, lo cual supone el segundo reto de Snyder con este filme.Hay dos maneras de ver este problema: La primera es la positiva, donde Chris Terrio en el guión nos demuestra que realmente no hacen falta taaaantas películas y escenas post-créditos para armar un equipo de super-héroes (ahí te hablan, Marvel); o la negativa, al querer introducirnos a tantos nuevos personajes clave para la futura Liga de la Justicia, mucha información podría considerarse un bombardeo narrativo que podría hacer que gran parte de la audiencia pierda con facilidad el hilo de la historia principal.Es importante señalar que Batman vs. Supermanno es una película hecha para todas las audiencias, se trata de un filme que te exige un conocimiento básico de cómics del universo DCpara que entiendas muchas de las referencias de la cinta hacia el futuro de la trama que Warner está planeando. Si eres de los que por cultura pop está relativamente familiarizado con historietas y videojuegos DC, encontrarás la película muy, muy interesante, e incluso arriesgada. A media película, se encuentra una secuencia que sin duda, te hará preguntarte a tí mismo sobre si estás seguro de lo que acabas de ver, y para cuando termines de procesar la escena, te darán ganas de aplaudirle a Snyder la valentía de iniciar a jugar con los planes que tiene para la franquicia.Simplemente una escena que me hizo llevarme las manos a la boca y taparme un “¡Oh, Dios, mío!”.A pesar de un primer acto muy, muy lento, el filme se recupera hacia la mitad, con una sucesión de eventos que demuestran una vez más, que Chris Terrio (Argo) y David Goyer (Batman Begins) son los mejores hombres para escribir películas de superhéroes. Sin embargo, habrá ciertos puntos (como el detonante de la batalla definitiva entre Batman y Superman) que se sienten un tanto absurdos y muchos personajes secundarios que poco o nada aportan a la trama, y terminan por estorbar y alargar una cinta que fácilmente pudo durar 20 minutos menos. Las secuencias de acción, las batallas y stunts son magistrales, y si eres fan de los batimóviles, te puedo adelantar que esta es la cinta donde mejor se aprovecha el uso del icónico auto, generando una exquisita mezca de nostalgia e innovación con tomas que nos remiten mucho a las pelis de Tim Burton y al sistema de juego de la saga Arkham de Rocksteady.Snyder nos deja claro que le encanta trasladar viñetas tal cual fueron dibujadas a la pantalla, y durante todo el filme, encontrarás varias encuadres que están directamente calcados de los cómics, revelando sin mayor problema cuáles fueron las novelas gráficas que inspiraron el guión (escribir cuáles sería revelarte la historia, así que mejor dejo que identifiques dichas tomas cuando estés viendo la película).En resumen, es una cinta que no considero decepcione por completo, pero Snyder sigue fallando en entregarnos una película qu no divida tanto las opiniones o genere sentimientos tan encontrados. Es emocionante pensar cómo resolverán la situación presentada al término de la película, un cliffhanger que considero estupendo y sin duda nos hace querer ver más y ansiar la versión extendida en formatos caseros. ¡Ánimo, que esto apenas comienza!
Alguna vez Tom Cruise explicó cómo ideaba tan magníficas escenas de acción para cada entrega deMisión: Imposible: Durante sus viajes alrededor del mundo, se imaginaba secuencias de acción que pudiesen tomar lugar en las raras arquitecturas de cada ciudad, y así, poco a poco, una nueva trama se iba armando. En Point Break (que sí, es un remake de aquella noventera dupla de Keanu Reeves y Patrick Swayze), es bastante evidente que primero pensaron en las acrobacias y escenas de acción, pero al momento de sentarse a pensar en una historia, el guión fue prematuramente producido.Point Break nos presenta a un joven motociclista extremo que decide retirarse de su pasión para ingresar a las filas de FBI, una organización que lo forzará a ocupar sus habilidades para infiltrarse a un grupo de criminales que está dedicandose a robar importantes sumas de dinero para después huir siempre de manera impresionante, llámese a través de paracaídas o motocross.Point Break es una cinta de ésas que debes entrar y disfrutar en formatos como IMAX, que explotará al máximo las impresionantes tomas que inevitablemente, sí generan una sensación de adrenalina y está auxiliada por un empocinante soundtrack. Pero debo ser claro, no es una historia compleja y la trama en sí, no ofrece nada nuevo al género ni personajes dignos de estudiar o recordar. Ni Edgar Ramírez o Luke Bracey logran actuaciones convincentes, lo que genera una rara sensación de estar viendo una película sin protagonista, provocando que el espectador promedio vuelva a poner atención a partir del inicio de una nueva secuencia de acción.Si bien a nivel narrativo la película resulta ser una decepción, debemos dejar en claro que en el aspecto técnico, Point Break está magistralmente lograda y sin duda supuso todo un reto para los realizadores, pero eso no nos quita la sensación de que el trailer fue mejor que el prioducto final.
¿Cómo negarse a ver una película cuyo afiche principal te presenta a Dakota Johnson (50 Shades of Grey) y Allison Brie (Mad Men)? Ése fue sin duda el gancho que hizo interesarme en esta película dirigida por Christian Ditter -quien previamente logró muy buenos resultados con la famosaLove,Rosie-, un filme que nos presenta el lado divertido de la vida de las solteras… y también solteros.En una época en la que toda la vibra de San Valentín está a nuestro alrededor, Cómo ser Soltera se presenta en nuestras carteleras como una intereante opción para todos aquellos que se consideran Forever Alone y la interesante tesis de que ese estado, puede ser no tan horrible después de todo. La trama nos presenta a Alice (Dakota Johnson), una chica que después de enterarse sobre la posibilidad de que sí exista su pareja ideal en algún lugar de Nueva York, se dedicará a buscar su pareja perfecta con la -¿ayuda?- de Robin (Rebel Wilson).La historia se desenvuelve a través de la premisa básica de cómo lidiar con la situación de ser soltera, y lo escribo en femenino porque es bastante claro que es a ése público al que el filme está dirigido. Aunque hay varios diálogos y situaciones que te harán reír, la cinta nunca decide qué arco dramático explotar y eso genera que haya varios cabos sueltos y un desequilibrio en la trama general. Es una pena que el personaje de Rebel no haya sido explotado de la manera correta, pues Wilson siempre ha probado ser un comic relief bastante efectivo, Todo el elenco brinda buenas actuaciones, lo cual nos hace pensar en qué hubiees sido de ésta película si el guión tuviera realmente situaciones y escenarios que hicieran identificarse a la espectadora.Aquí hay que destacar la excelente elección de soundtrack para la cinta y, si fuiste fan en su momento de Sex and the City, ésta es una cinta que no debes perderte, ya que la guionista es la misma y la cinta contiene toda la estética narrativa de la serie. A pesar de sus defectos y la poca trascendencia que esta pelicula pueda tener, es siempre una buena experiencia disfriytar de la hermosa Dakota Johnson en pantalla grande.
Cuando pensábamos que ya nos sabíamos de memoria los acontecimientos más importantes de uno de los genios contemporáneos más famosos, es genial llegar a la sala de cine y ser gratamente sorprendido por una película no sólo dramáticamente intensa, sino visualmente estimulante y emocionalmente avasallante. Danny Boyle vuelve a la narrativa visual sin descanso que lo ha caracterizado siempre (esta producción tiene un ritmo comparable al de Trainspotting o Slumdog Millionaire), y haciendo dupla con uno de los mejores guionistas que pueda haber en la actualidad, Aaron Sorkin (The Newsroom, La Red Social), el resultado de unir estos talentos es simplemente maravilloso. La estética visual de Danny Boyle nos transporta efectivamente a los tres momentos más importantes en la carrera de Steve Jobs, y construye la trama dividiéndola en tres actos, cada uno logrado de manera estupenda gracias a las actuaciones de Michael Fassbender y Kate WInslet. ¿Por qué no incluyo a Seth Rogen? Pues digamos que ya se interpreta a sí mismo y realmente no aporta nada en su encarnación de Steve Wozniac. A pesar del anterior detalle, el guión se las ingenia para darle un balance perfecto a las participaciones de todos los personajes y logra envolvernos en el estrés que Jobs causaba en sus empleados cuando se trataba de lanzar una nueva computadora. Lo que resulta interesante de este filme, es que los sucesos más conocidos en la vida de Steve Jobs (como la eterna batalla legal por su hija o su liquidación de Apple) pasan a segundo plano y nos enfocamos en el Steve que todos odiaban, de cómo a pesar de ser un genio, para ciertas cosas siempre necesitó mucha ayuda, y de cómo fue alejando personas de su vida debido a su insoportable coportamiento. Esta película cuestiona la figura del hombre revolucionario y desnuda a la persona que había detrás, nos hace preguntarnos qué fue realmente lo que hizo él para que sus productos lograran funcionar. Y el mismo Fassbender nos contesta: “Los músicos tocan sus intrumentos, yo toco la orquesta”. Steve Jobs no sería la misma obra de no ser por la excepcional partitura de Daniel Pemberton, que logra a través de su score, ser la compañía perfecta para los constantes momentos de tensión que contiene la película, en especial en temas como “Jack it up” y “Father (Child)“, que son a los que hay que poner atención cuando estés viendo la película. Steve Jobs es sin duda una de mis películas favoritas del año, y es una gran opción si en estos días ya te cansaste de hablar y ver El Despertar de la Fuerza. Si éste es el Danny Boyle que regresó, ¡ya no puedo esperar más para Trainspotting 2!
Clint Eastwood regresa a la silla de director con una de las mejores obras de su carrera. Aunque haya habido grandes filmes ignorados este año -como en todos los anteriores- para competir en la máxima categoría de la Academia, no puedo evitar pensar que incluso con la ausencia de títulos como Foxcather o Gone Girl, en 2015 la categoría de Mejor Película cuenta con una gran igualidad de genialidad en sus nominadas, haciendo de este año uno de los más parejos en la última década. Si para estas alturas piensas que Boyhood o Birdman son tus favoritas de las 8 posibles ganadoras, es porque aún no has visto El Francotirador. Bradley Cooper produce y protagoniza la tormentosa vida de Chris Kyle, un norteamericano que decide enlistarse en el ejército a los 30 años y poco a poco, descubre su mortal talento: ser el francotirador más letal en la historia de la milicia americana. Es difícil decidir cuál elemento resulta ser el más atractivo de El Francotirador. Creo que es justo empezar por Bradley Cooper y su entrega para lograr una interpretación física y emocional crudamente honesta. No por cualquier cosa Cooper ha estado en la terna de Oscars por tres años consecutivos, y es que este gran actor nos brinda una visión del humano carcomido por una guerra que no está seguro de entender. Como en pocas ocasiones en el género, se nos presenta un personaje que si bien está de acuerdo con el objetivo general de su lucha -proteger a su Nación antes de que el mal llegue a ella-, nunca deja de dudar sobre los métodos y sobre lo que está dispuesto a hacer, incluso cuando algunas actividades estén contra su ética. Es un conflicto interno que se ve reflejado de manera magistral en el filme. La dirección de Clint Eastwood es simplemente estupenda, y celebro que directores de ya avanzada edad tengan la energía para producir películas tan emocionantes y contemporáneas, incluso cuando un 80% de la película es drama (si vas al cine esperando sólo escenas de guerra quedarás decepcionado) las secuencias que implican ver al ejército en acción están tremendamente bien elaboradas y no le piden nada a cintas como The Hurt Locker o aún, La Caída del Halcón Negro. El guión de Jason Hall -adaptado del libro escrito por el mismo Chris Kyle- facilita que la cinta tenga momentos memorables, diálogos que representan perfectamente la psique de un soldado dañado, incluso adicto al peligro de la guerra. Eastwood se apoya de su fotógrafo de cabecera Tom Stern para crear escenas donde los diálogos no son necesarios para crear una atmósfera asfixiante. Tal vez el único gran defecto que podría encontrar en El Francotirador es la ausencia de una banda sonora más poderosa y la apresurada manera en la que el guión decide mostrar la razón del impulsivo enrolamiento de Kyle, un hecho que desde mi punto de vista, debió recibir más atención. De todas formas, gane o no, El Francotirador es una de esas películas que no hay que dejar pasar, y mucho menos cuando tienes la oportunidad de verla en la gran pantalla. Es una pena que México sea uno de los últimos países en estrenar esta magnífica cinta, cuya calidad sin duda la posiciona como una de las mejores de 2014. ¿Ganará? No lo creo, pero podría ser una agradable sorpresa. ¿Recuerdan Million Dollar Baby? Realmente espero que Clint Eastwood corra con la misma suerte de inesperado el próximo domingo en la noche.
Coitus interruptus. Recuerdo que hace bastante tiempo, cuando eran las primeras ocasiones en las que escuchaba hablar del fenómeno literiario causado por la obra de E.L James, siempre daba yo por hecho que se trataba de otra saga adolescente de vampiros. Si bien dicha obra se originó gracias al fandom generado por Twilight, no son tan distantes los errores que aquella saga cometió al llegar al cine, comparados a los que ha cometido Cincuenta Sombras en su adaptación a la pantalla grande. Dirigida por Sam Taylor-Johnson (Nowhere Boy), 50 Sombras de Grey nos presenta a Anastasia Steele (Dakota Johnson), una recién graduada de universidad que conocerá por accidente, al enigmático millonario Christian Grey (Jamie Dornan); un hombre que la llevará hasta sus límites emocionales y sexuales en una turbulenta historia de… ¿amor?. Es difícil juzgar una película cuando has leído el libro, pero no lo es tanto cuando la fuente original resulta -al menos en lo personal- una obra bastante aburrida y carente de clímax. Es realmente sorprendente que no haya una situación que genere un punto de quiebre en la trama, lo cual hace que la historia se vuelva tediosa si no te ves identificado por alguno de los personajes. Desafortunadamente, este defecto en el argumento está presente tanto en el libro como en el guión, y he ahí el grandísimo error en la adaptación fílmica. Irónicamente, esta ausencia de crisis era una gran oportunidad para que la cinta superase con facilidad a la novela, y es precisamente la misión que la directora Johnson falló en cumplir. A nivel técnico, la cinta es impecable, correctamente ejecutada. Si bien hay detalles que restan realismi0 como los sets 100% perfectos o la ya gastada manera de representar conversaciones instantáneas en la pantalla, visualmente es casi perfecta. El uso de las distintas canciones promocionales es genial y se adapta realmente bien a la construcción de la trama, y aparte es aderezada con el toque instrumental de Danny Elfman (Batman). Si te deleitaste leyendo el primer vuelo de Ana con Christian en el Charlie Tango, puedo asegurarte que al menos en esa secuencia no quedarás decepcionada. En cuanto a las actuaciones, debo enfatizar que es Dakota Johnson quien solita, salva la película. Es más, si tuviera que dar sólo 3 razones para convencerte de ir a ver 50SdG, serían la música, el descenlace y Dakota Johnson. Esta chica entendió perfectamente a su personaje y nos brinda una interpretación honesta y brillante de Anastasia, y no sólo se limita a ser fiel a la esencia de esta mujer, sino que se atreve a ir más allá y es radicalmente más atractiva que su versión literaria. Jamie Dornan es un caso aparte. Si bien no decepciona, se limita a cumplir vagamente las expectativas, pero no es realmente su culpa. Todo cae nuevamente en un guión que no supo como trasladar el porte de Grey del libro a la pantalla, quedándose chica la versión de Dornan comparada a toda la esencia del Christian original. ¿Hubiese sido mejor elección Charlie Hunnam o Matt Bomer? Seguramente con tan pobre libreto el resultado hubiera sido el mismo. Es una verdadera lástima que Cincuenta Sombras de Grey no haya cumplido las expectativas. Ni siquiera en las escenas de sexo -que quedarán eventualmente en el olvido- la cinta logra encontrar su mayor acierto. Sería ya demasiado puntualizar otras flaquezas como el triste lugar que le dan a personajes secundarios, que pudieron haber enriquecido el desarrollo de tan enfermiza relación. Aunque no lo crean, ésta es una pelicula palomera más de febrero (que ya tiene dos secuelas confirmadas).
Annabelle ocupa el puesto de honor este año para la cartelera de Halloween, aprovechando la gran ventana que resultó ser para esta historia la aclamada El Conjuro en 2013, que desde mi punto de vista (junto con La Noche del Demonio y El Exorcismo de Emily Rose) representa lo mejor del terror hollywoodense en los últimos 10 años. Ya sin la mente creativa de James Wan, quien sólo se limitó a producir en esta ocasión (está en plena post-producción de Rápido y Furioso 7), John R. Leonetti tenía la retadora meta de superar lo conseguido por su antecesora y hacer funcionar al nuevo spin-off de manera independiente y tomando en cuenta la gran expectativa creada alrededoer de esta horrible muñeca. Inspirada en eventos reales, Annabelle inicia situándonos algunos años antes de la primera vez que conocimos a la pareja Warren, en un momento donde Estados Unidos estaba por fin recuperándose social y económicamente de la Segunda Guerra Mundial. Mia y John Gordon son una pareja felizmente casada que está en espera de su primogénito, en un intento de enmendar una pequeña discusión, John le obsequia a su esposa la única muñeca que faltaba en su amplia colección -que adorna el cuarto del futuro bebé-: Annabelle. Debo iniciar señalando que soy un muy mal espectador de películas de miedo, un tanto asustadizo al punto de no poder criticar este género correctamente al ser mi objetividad afectada por mis saltos y grititos de nena en plena sala, pero creo que sé reconocer un buen trabajo de terror en el cine cuando lo veo, o al menos, cuando una peli de horror trascenderá más allá del primer semana de locura en taquilla, y hay que admitir que Annabelle se queda muy lejos del impacto que prometía ofrecer. La película, hablando en términos de realización, es técnicamente impecable, su mayor virtud y al mismo tiempo, su principal problema. Desde la primera media hora (donde sucede absolutamente NADA) te das cuenta que James Wan no se paró ni una vez por el set para aconsejar a Leonetti, quien a diferencia de su antecesor, oopta por una narrativa visual muy limpia y obedeciendo a todos los clichés visuales posibles. Desde la clásica pareja americana hasta la ya gastada ambientación sesentera, Leonetti falla en el punto que tanto le funcionó a Wan con El Conjuro y La Noche del Demonio: Wan optó por una fotografía que integraba al espectador a la historia, como si fuese un testigosilencioso de toda la trama, con una iluminación sucia y casi mal hecha a propósito. Con Annabelle, siempre sabes que se trata de una película y nada más, sabes que terminará la función y te irás a casa para tardar un poco más de lo normal en dormirte y listo. Sin embargo, y he aquí el motivo suficiente para que pagues tu boleto y la veas en pantalla grande, Annabelle cuenta con unos 30 minutos estupendamente bien elaborados y que te mantendrán al filo de la butaca. Se agradece que Leonetti se haya dado cuenta a media película de que los espectadores querían que pasara algo y nos recompensa con una media hora de sustos muy bien pensados y que estoy seguro le sacarán un escalofrío al más extremo cinéfilo de terror. La trama se ve fortalecida en el clímax de la película por actuaciones sólidas de los dos protagonistas (Ward Horton y Annabelle Wallis, sí, la actriz principal se llama Annabelle), y contra todo pronóstico, esta cinta será muchas cosas, menos predecible. Ni en secuencias ni en desarrollo del guión pude adivinar los giros de la historia, lo cual es muy bueno en cualquier película de cualquier género. Si queremos encontrar un común denominador en las producciones que se vuelven clásicos en la historia del cine de terror, es que prácticamente todas cuentan con un desgarrador descenlace que deja a la audiencia boquiabierta y estupefacta de lo que acaba de presenciar. Si bien hay un momento donde Annabelle es efectiva en el objetivo de asustar, esa media hora tan bien lograda por Leonetti, decae rápidamente y es reemplazada por otro bloque de 30 minutos que representan un final aburrido y tedioso. La conexión con su secuela es bastante forzada y carente de ingenio, creando paralelismos con El Conjuro que no aportan nada al filme. Annabelle es una película que te hace preguntar “¿Eso fue todo?”. Es una pena que cuando Annabelle se perfilaba para ser un clásico del cine de terror, se quede sólo como una peli que deberá a agradecer su fugaz éxito en taquilla al equipo de marketing, con un trailer que resultó ser mucho mejor que la peli completa.
La sangre es vida. Tal vez sea tiempo para finalmente aceptar que el cine de terror actual se encuentra bajo un nuevo enfoque que omitirá de sus historias a los clásicos monstruos que hace varias décadas asustaban a las audiencias de todo el mundo, dejando marca en la cultura pop de manera permanente. Tal vez desde el inicio de la saga Twilight, para bien o para mal, la icónica figura del vampiro en el cine ha cambiado totalmente y no ha vuelto a ser la misma. Si estamos listos para aceptar que falta mucho para poder volver a ver una adaptación digna de la vasta mitología vampírica al cine (tal vez el último recuerdo fresco de una buena peli con estas fascinantes criaturas es 30 Days of Night), enonces no tendremos problema en digerir la primera cinta que protagoniza Luke Evans en su carrera, quien ya había demostrado ser un interesante elemento en películas de acción, como The Hobbit: The Desolation of Smaug y Fast & Furious 6. Parte de una nueva iniciativa por parte de Universal para traer de vuelta a su galería de monstruos a la pantalla grande, Drácula: La Historia Jamás Contada, nos presenta una reinvención del origen del personaje alguna vez mitificado por el gran Bram Stoker. Es obvio para aquellos cinéfilos amantes de la obra de Stoker que esta nueva película está totalmente alejada de dicha novela y se centra mucho más en el género de acción y prácticamente olvidando su lado de terror. Si de por sí entrar a ver una peli con Vlad el Empalador de protagonista sabiendo que no es de miedo es bastante decepcionante, la cinta dirigida por Gary Shore no es, sorpresivamente, una causa perdida. Como mencioné antes, si eres capaz de aceptar que Dracula Untold es une cinta de acción, entonces podemos analizarla correctamente. El guión inicia de manera débil y obedeciendo a los clichés de toda película épica (con todo y su narrador y secuencia animada) va creciendo en complejidad y desarrollando a los personajes de manera rápida, y si bien no muy completa, lo suficiente para entretener al espectador y a partir de ahí presentar esta nueva versión de Drácula. En uno de sus mayores aciertos, la cinta nunca trata de presentar a un príncipe Vlad “bueno”, simplemene como un ser atrroz que está dispuesto a cambiar y de ser posible, evitar que su hijo crezca sólo con la imagen de un guerrero despiadado como figura paterna. Nos guste o no, este enfoque es que se manejará en esta la franquicia, claro está, si los números en taquila son positivos. Los diálogos entre pesronajes son inteligentes y directos, lo cual es de mucha utilidad cuando se trata de una película de relativa corta duración, permitiendo que los mensajes principales de la trama se establezcan sin mayor complicación. Los efectos especiales son satisfactorios, sin embargo, y de manera inexplicable en la era del cine digital, el espectador pasa mucho tiempo en la oscuridad. Y no me refiero a una oscuridad estética, sino a una oscuridad que literalmente te hace difícil disfrutar la escenas nocturnas como quisieras. Este error en la iluminación es tremendamente evidente durante unos largos 15 minutos que cansan a la audiencia antes de llegar al clímax. A pesar de lo anterior, las secuencias de batalla están bien realizadas y coreografiadas, siendo tal vez el mayor atractivo del filme: ver como Drácula solito puede contra miles de turcos. En cuanto a las actuaciones, cabe destacar que son sólidas incluso cuando no hay muchos nombres de peso completando el cast. Luke Evans no ofrece un cambio mayor en su matiz de interpretación, lo cual puede no ser directamente su culpa., sino de una dirección que no deseaba llevar a Drácula a un plano más profundo de identidad. Atención con Sarah Godon, quien interpreta a la esposa del príncipe, un talento que ya habíamos visto brevemente en The Amazing Spiderman 2 y próximamente veremos mejor en The Girl King. Personalmente, Dracula Untold superó mis expectativas iniciales, que si bien eran bajas, perfila a esta nueva visión como una entretenida manera de presentar a la leyenda a nuevas generaciones, con un interesante giro al final de la cinta que tal vez fue dedicado a complacer -y tratar de tranquilizar- a los miles de lectores que aguantaron toda la pelicula para disfrutar de un pequeño guiño al clásico Drácula que todos conocemos, y en secreto, idolatramos.