Las 50 sombras son ahora más oscuras, y aburridas
Esta continuación de "50 sombras de Grey" tiene algo bueno: aparece el crooner José James cantando un par de temas, lástima que ninguno completo. Y algo malo: Christian Grey sobrevive a la caída de su helicóptero. Lástima, porque entonces la película sigue y, peor aún, la serie también sigue. Interrumpiendo los créditos finales ya se anuncia la continuación, a estrenarse en San Valentín de 2018. La ansiedad nos carcome.
Entretanto, vemos "50 sombras más oscuras", de nuevo con Anastasia Jadeo Instantáneo y Purapinta Grey. Ahora ella sigue histeriqueando pero ya se avivó bastante, y él pierde dominio y se vuelve medio bobo, por no decir otra cosa.
El problema es que acá no hay mucho de oscuro, ni siquiera tostado. Cierto que al comienzo uno cree estar viendo el trailer de una película realmente dramática, pero enseguida llegan los títulos, la parte linda de Seattle, y toda la paquetería y ñoñería disfrazada de audacia que caracterizaron la película anterior.
A lo sumo, las únicas oscuridades provienen de dos seres perturbados que amenazan la felicidad de la chica, pero ahí está su hombre con guardaespaldas incluido para protegerla. Y la suegra, para darle un buen bife a una entrometida. Eso sí que duele, y no las pocas palmaditas en la cola que practican los tortolitos. Para palmaditas, más vale recordar "McLintock! Hombre de verdad", donde John Wayne le daba una biaba a Maureen O'Hara y todos felices. Película políticamente muy incorrecta, es cierto, pero mucho más entretenida.