Otra maravilla animada de Pixar
La nueva cinta de los creadores de "Toy Story" se inspira en la celebración mexicana del Día de los Muertos
Miguel es un niño que ama la música, su sueño es ser un artista como su ídolo Ernesto de la Cruz. Pero su familia se opone, un viejo mandato familiar le impide cumplir sus deseos. Claro que todo cambiará cuando en medio de la celebración de los Santos Difuntos, el niño ingrese en la fantástica tierra de los muertos.
Esta nueva cinta de Pixar, es un verdadero prodigio visual, una cinta plagada de imágenes impactantes, colores vivaces y clima festivo. El diseño de los decorados, vestuario y parafernalia general, tiene una perfecta inspiración en la cultura mexicana, pero pese a esto, logra lucir universal y cautivante.
Los personajes son empáticos, despliegan carisma, y es difícil no sentirse atraído ante los diálogos y movimientos de cada uno de ellos. Desde el niño Miguel, pasando por Abuela Coco (un personaje que arrancará más de una lágrima de emoción) llegando hasta el enorme De La Cruz (un claro homenaje a Pedro Infante).
La utilización de calaveras, esqueletos y maquillaje tradicional de la celebración profundiza la experiencia. Hay una lograda textura en los huesos de los "difuntos", como también se pueden palpar los tejidos de los vestuarios y las flores que adornan los escenarios.
Parecía difícil que después de El libro de la vida, otra película ambientada en la misma celebración pudiera funcionar, pero Coco es tan original y divertida, que logra ganar un lugar importante dentro de las producciones animadas de los últimos tiempos, convirtiéndose en una de las mejores fantasías animadas jamás rodadas.
Hermosas y pegadizas canciones, números musicales impactantes, algunos golpes bajos, sí, pero sobre todo, un bello mensaje sobre el amor familiar, hacen de Coco, un filme irresistible, un clásico instantáneo para grandes y chicos.