Con la música a otra parte…
Aunque su familia prohíbe la música en todas sus formas, Miguel desea ser como su ídolo: la leyenda musical Ernesto de la Cruz. Cuando su abuela le destruye la guitarra que le permitiría participar en un concurso de talentos, busca frenéticamente una y no la encuentra en ningún lado, excepto en la bóveda donde está enterrado su ídolo. Al intentar tocarla, mágicamente se encontrará transferido al mundo de los muertos, y allí empezará su odisea por regresar al mundo de los vivos antes de que sea demasiado tarde.
En materia guion, la historia está correctamente planificada. El arco del protagonista es bien desarrollado y se encuentra con obstáculos a cada paso del camino, consiguiendo ser una lograda aventura que no aburre en ninguna instancia. Por otro lado, esto no sería una película de Pixar si no se hiciera un énfasis en sus objetivos emocionales. Aunque la película indaga en cuestiones como el dilema entre la vocación personal y la priorización de la familia, el verdadero punto al que se dirige es el tema del olvido como la verdadera muerte.
Sin embargo, me veo obligado a señalar una cuestión que a mi parecer le juega en contra a la historia: el personaje de Héctor. Este secundario, si bien tiene el objetivo concreto de materializar el tema de la película, aporta una cuota de predictibilidad que debilita a la trama como un todo. No solo eso, si uno empieza a hilar fino todo lo que hace, dice y propone el personaje (o lo que se menciona sobre él) no puedo evitar percibirlos como agujeros de guion. Ahondaría en específico, paso a paso, pero sería entrar en terreno de spoilers y eso no corresponde a esta crítica.
Visualmente hablando la película es impecable; el sentido del color y el espacio efectivamente consiguen sumergir al espectador en otro mundo. Coco es el ejemplo más pleno de una de las grandes virtudes de Pixar: su implacable nivel de investigación para crear el verosímil de sus mundos. El compromiso con la cultura latina es asumido a tal extremo que se ve ilustrado en sus elecciones actorales. Es de destacar que prácticamente todas las voces en la versión original en inglés son de actores latinos o con ascendencia latina. Se percibe una fluida naturalidad cuando pasan del inglés a utilizar expresiones en español.
Conclusión
Coco se prueba como un efectivo entretenimiento. A pesar de algunas desventajas narrativas, resulta ser visualmente deslumbrante y está lejos de ser aburrida. No estará entre lo mejor de Pixar, pero es otro ejemplo rotundo del enorme compromiso artístico que el estudio pone película tras película.