El patriota
De Alec Baldwin, pasando por Harrison Ford y Ben Affleck hasta llegar a Chris Pine. Diferentes estilos para encarnar a Jack Ryan. Más allá de cuestionamientos acerca de si da o no la talla para el papel, no se puede dejar caer todo el peso sobre el joven que ofició de Kirk en las Star Trek de J.J. Abrams si el guión se enmaraña dentro de sus propias lianas argumentales. De hecho, Pine cumple y probablemente sea de lo más rescatable de la proyección.
En esta oportunidad, nos adentramos en el accidente que sufre Jack y cómo tras una ardua rehabilitación conoce a Catherine (Keira Knightley). Nuestro protagonista es contratado como analista bursátil de la CIA, tarea con la que descubre extraños movimientos bancarios vinculados a fines terroristas. Así es como Ryan se ve obligado (y movilizado por un patriotismo siempre exacerbado) a calzarse el traje de agente e inmiscuirse en una riesgosa misión en tierra rusa.
Kenneth Branagh, director del film, no está nada mal como villano y, aunque no sobresalga, consigue que se lo mire con cierta empatía por su desempeño. Es quien actúa como motivo de empuje para que nuestro héroe mueva todas sus fichas para desenmascararlo e impedir una devaluación monetaria digna de generar una catástrofe financiera en Estados Unidos. Lógicamente, intervienen una suerte de mini subtramas (por decirlo de alguna manera) elaborados de forma muy poco minuciosa para complicar tanto la estadía como los objetivos del bueno de Jack.
A la película no se le puede cuestionar el mantenimiento de un ritmo agradable y que engancha mucho más por la fluidez de los acontecimientos que por sus resoluciones. Y precisamente este último punto es el más decepcionante en esta cinta que combina un poco de thriller con acción y espionaje: las determinaciones elegidas no sólo contienen un grado de inverosimilitud y ridiculez cuestionable, sino que además son tan inocentes como algunos comportamientos del personaje que interpreta Keira Knightley.
En definitiva, Código Sombra: Jack Ryan se puede disfrutar si nos enfocamos a dejarnos llevar por el entretenimiento que nos ofrece, gracias a su dinámica y si nos proponemos hacer la vista gorda a todo aquello que escape a su solidez argumental.
LO MEJOR: mantiene un buen ritmo, entretiene.
LO PEOR: vueltas de tuerca ausentes, resoluciones criticables, poco creíbles.
PUNTAJE: 5