El gran regreso del Jack Ryan de Clancy
Tom Clancy murió en octubre del año pasado, pero su analista de la CIA Jack Ryan goza de perfecta salud. Esta superproducción busca relanzar la franquicia desde un nuevo principio, cuando Ryan se está recuperando de heridas de la guerra de Afganistán y es reclutado por el jefe de una unidad especial de la CIA que interpreta Kevin Costner.
Los años pasan y Ryan ya está conviviendo con la doctora que lo curó (Keira Knightley), y trabaja en Wall Street sin que sus jefes de negocio bursátil sepan que la verdadera naturaleza de su trabajo es buscar más que los datos obvios para informar de anormalidades a la Agencia.
Justamente una serie de datos confidenciales de un socio ruso de la firma para la que trabaja ponen sobre alerta a Ryan. Aquí es donde la mano de Clancy se nota -si bien este guión no está basado directamente en ninguno de sus libros, fue el último film en el que participó como escritor- y vuelve interesante todo el asunto como para que se diferencie, por ejemplo, de la saga de "Misión Imposible". Ryan descubre un complot ruso para hacer caer el dólar y sumir a los Estados Unidos en una nueva Gran Depresión, combinando un atentado terrorista de gran escala con una venta masiva de acciones que harían bajar el dólar en todo el mundo.
Lógicamente, para evitar que esto suceda, Jack Ryan deja de ser analista y pasa al trabajo de campo, lo que sucede lo bastante rápido como para que ésta sea una de las películas de mayor superacción de la franquicia. Pero el vedadero astro del film no es Chris Pine, sino Kenneth Branagh, que no sólo hace un excelente trabajo como director dosificando perfectamente la acción y el suspenso, sino que también interpreta a un memorable villano.
La película tiene un gran ritmo, muy buenas actuaciones -se luce especialmente Costner- y por supuesto, también hay algunas obviedades esperables relativas a la participación de la novia de Ryan, una doctora que de buenas a primeras también puede colaborar con el servicio secreto. En todo caso, más allá de éste y algunos otros puntos débiles, no cabe duda de que esta nueva reencarnación de Jack Ryan da lugar a un thriller más que sólido.