Debo reconocer que me costó etiquetar a esta producción del realizador indie Nacho Vigalondo. De a ratos me sentí en la atmósfera de una típica Nueva Comedia Americana (estaba Jason Sudeikis haciendo lo que mejor sabe hacer) pero con saltos espasmódicos hacia lo que podría ser una típica cinta oriental de "kaiju" (monstruos al estilo Godzilla), en un mix particularmente original.
Porque estoy seguro que lo que cautiva de "Colossal" es justamente ese absurdo que presenta. Ese conflicto divertido y loco que presenta, es el mejor acierto y la más pronunciada debilidad en la trama de la historia. Porque Vigalondo en este caso, elige nunca llegar a fondo con ninguno de los subgéneros que coquetea.
Los provoca, los exhibe, pero no los hace explotar. No es que la cinta no funcione. Es divertida, a veces melancólica, y ciertamente despareja en su voltaje. La historia se inicia cuando el novio de Gloria (Dan Stevens) decide que ya ha tenido mucho de ella y la saca de su casa. La conflictiva treintañera (Anne Hathaway) ha ido demasiado lejos.
Bebe y sale con amigos que no son de lo mejor y eso marca el final de la relación. Gloria vuelve a su pueblo natal y allí se queda en una casa que posee la familia, mascullando por su situación actual y por su fracaso personal.
Consigue empleo en el bar de Oscar (Sudeikis), caballero con quien se conoce desde hace tiempo (a todo nivel) hasta que un día, después de una noche fuerte bebiendo, se da con un escenario increíble. Hay una criatura gigante atacando Seúl (en el otro lado del mundo) y destruyendola sin piedad. Al estilo Gozilla. Loco no?
Esto derivará más que en un hecho curioso cuando nuestra protagonista descubra que la criatura que asola a los asiáticos responde a sus movimientos y acciones del otro lado del mundo. Una situación increíble de alter egos puestos al servicio de la destrucción.
La banda de amigos locales de Gloria no podrá creer lo que sucede cuando intente dar con las razones del accionar del misterioso monstruo. "Colossal" ofrece algunos buenos momentos cuando se apoya en la falta de química de la relación Hathaway / Sudeikis. Sí, ese contrapunto extraño que tienen funciona. No seducen, pero sostienen la trama. El resto de los secundarios cumplen y los rubros técnicos están justos.
No hay demasiado CGI y tampoco es necesario. El mix termina por ser una experiencia poco convencional. "Colossal", suma, es simpática y en cierta manera Hathaway logra despertar mucha ternura en el espectador, tanta que logra que la cinta se convierta en un intento casi exitoso de concreción de una idea arriesgada. A tener en cuenta como lo que es , una indie fuera de lo común, con sus aciertos y debilidades.