En su primera entrega la adaptación cinematográfica de la serie televisiva "21 Jump Street" demostró que el reírse de sí mismo y no tomarse en serio podían originar un producto mucho más potente y valido que la simple trasposición respetuosa.
Así, los policías interpretados por Channing Tatum y Jonah Hill (Jenko y Schmidt), si bien cumplían con los estereotipos de las buddy movies, en muchas de las aristas que los componen se podían vislumbrar más allá de estas una fertilidad capaz de alimentar la continuidad de la saga.
"Comando Especial 2"(USA, 2014) quiere mantener claro cuál es su origen desde el inicio, con un prólogo símil episodio de TV que recapitula lo acontecido previamente ("previously on 21 Jump Street...") Y que deja en claro lo que sucederá a continuación.
Si en la primera Jenko (Tatum) y Schmidt (Hill) se infiltraban en la secundaria para desbaratar una banda de distribución de drogas, como ya se lo había adelantado al cierre de la primera película, en esta oportunidad el trabajo encubierto será en la universidad.
Una nueva droga sintética está haciendo estragos entre los estudiantes, por lo que deberán tratar de llegar a la cabeza de la banda y así evitar más muerte en el campus.
Pero no les será fácil, porque descansando en la buena racha que tuvieron en el colegio secundario para lograr su objetivo, aquí todo le será más difícil.
Además los roces y celos entre ambos potenciaran la parte más cómica de la película, en la que hay hasta un homenaje al slapstick y la comedia física.
"Comando Especial 2" posee un guion sólido, con una innumerable cantidad de gags y giros de acción que mantienen el suspenso hasta el último momento.
En el derrotero de Jenko y Schmidch por intentar ser algo que ya no pueden (se lo marcan todo el tiempo) se juega mucho más que la resolución de un caso.
La idea de la serie de TV era de por si grotesca, o como podía ser que nadie nunca detectara que esos infiltrados adultos desencajaban con el resto de los estudiantes?
Acá esa pregunta funda la acción y propone un juego hacia otros temas, generando un dinamismo en el relato que potencia la película.
La irreverencia, las bromas escatológicas, los insultos, están presentes en esta entrega, como así también la intención de generar un espectáculo que supere a su predecesor.
Phil Lord y Christopher Miller, apoyándose en el guion del propio Hill y Michael Bacall, bucean en el imaginario norteamericano reciente para construir a través de casi dos horas un relato entretenido, que busca ser transgresor e irreverente, pero que termina estandarizando su estructura.
El logro de "Comando Especial 2" es demostrar que muchas veces la inspiración puede mejorar algo, que nada tiene que ver con el espíritu nostálgico de recuperar objetos olvidados de la cultura popular, sino que más tiene que ver con la mejora y superación de su antecedente. Mención aparte para los títulos finales que buscan una aprobación para la continuidad de la franquicia.