De la TV al cine 25 años después
A mediados de la década del 80, un joven Johnny Depp coprotagonizó la serie que llevaba el mismo título que esta película del tándem Phil Lord-Chris Miller (responsable del proyecto en marcha Lego: The Movie). Hoy, 25 años después del serial catódico, llega una de esas producciones con las que Hollywood hecha manotazo de ahogado e intenta tapar la descomunal falta de ideas que viene aquejando a las majors desde hace varios lustros.
Comando especial es una humorada bastante extensa (de casi dos horas) con algo del slapstick de la comedia clásica pero mucho, mucho de las guarradas de la saga fumona Harold & Kumar (aunque con un importante barniz moralista) y demasiado de lo más tonto de los hermanos Farrelly (que acaban de estrenar en EE.UU. la desastrosa The Three Stooges).
El duo protagonista es efectivo, principalmente por Jonathan Hill, hombre de peso en la comedia norteamericana de los últimos años, que viene de brillar en The Sister y que en 2014 lo tendremos en Zoolander 2. Su labor es por lejos lo mejor de la película, que se apoya en gran parte en él y sus efectivas morisquetas. El resto es un compendio elaborado con cierta efectividad en el guión, aunque apelando a un altísimo número de reiteraciones y gags ya remanidos que la tiran para atrás, tanto que por momentos pareciera que estamos ante una fallida comedia adolescente de los 90s en clave American Pie.
La tradición de la gran comedia hollywoodense está lejos de este ejemplo de ramplonería bien facturada y envuelta para regalo, incluso pese al clímax final en el que las dos estrellas invitadas (y no acreditadas en los títulos) le dan un poco de lustre a un producción gastada desde el vamos.