Gina (Sally Phillips), una mujer de unos 50 años recibe en su hogar, en donde convive con su marido en un matrimonio algo frío y aburrido, un regalo por parte de sus amigas. Es el día de su cumpleaños y un stripper (Alexander England) le aparece por sorpresa. Gina, lejos de observarlo bailar mientras el joven se saca la ropa, lo interrumpe y le pide que limpie su casa.
Un arranque gracioso y prometedor para la comedia de enredos que garantiza la sinopsis, donde un grupo de amigas harán de las suyas para gozar sin prejuicios, pidiendo lo que quieren y desean a los hombres. Sin embargo, esta historia corre algunos riesgos de los que lamentablemente no consigue salir airosa.