La primera parte de Cómo entrenar a tu dragón fue una bocanada de aire fresco en las historias animadas. Dejando de lado la calidad técnica con la que se hizo, la película tenía una gran historia y buenos conceptos. No fue una historia simplona y efectista.
En esta segunda parte la imagen es aun superior, con sus texturas, el manejo del 3D, los planos siguiendo a los vuelos, y todos los paisajes que muestran. Y con respecto a la historia... se jugaron aun más, asumiendo nuevos riesgos.
Realmente la historia es fuerte. Como padre dudé en un par de momentos sobre como estaban llevando la historia, pero al final cuadra todo y se entiende para donde estaban yendo. Dudo igual un poco con un par de puntos, pero valoro mucho que se la hayan jugado de esta manera.
Cómo entrenar a tu dragón claramente no pretende ser una película más que se olvidará a los 10 minutos de terminar de verla. Si viste la primera sin lugar a dudas tenés que ver su secuela y esperar la que vendrá también en un par de años. No creo que sea pasión de multitudes, pero la mezcla de excelente animación con una buena historia distinta a lo de siempre, es algo que hay que valorar y recomendar.