El camino del héroe
Cuando Cómo entrenar a tu dragón apareció allá por el 2010, resultó una agradable sorpresa. No tanto porque uno desconfíe de la calidad que puede llegar a ofrecer Dreamworks en animación, sino porque la sensibilidad, la narración y las cualidades visuales que ofrecía estaban al nivel de las obras de Pixar, sin resultar un plagio carente de identidad. Además, ofrecía un tono épico que no abandonaba el humor o el drama, siendo tan oscura como conmovedora por la relación entre Chimuelo e Hipo, y el particular cuento de superación de los miedos y la aceptación del otro que ofrecía en un paquete épico de heroísmo con un notable desenlace. Ahora, cuatro años después llega su secuela, con el mismo director, y el listón estaba demasiado alto como para no generar expectativas. ¿Decepción? No, para nada; con esta secuela, Cómo entrenar a tu dragón se transforma en una de las sagas más sólidas de animación y tiene a algunos de los personajes más entrañables que podamos encontrar en el cine actualmente.
Cómo entrenar a tu dragón 2 ocurre cinco años después de los sucesos de la primera parte y muestra las consecuencias de las hazañas de Hipo en la aldea vikinga de Berk. Ahora, lejos de ser una amenaza, los dragones se han convertido en algo cotidiano con lo cual conviven pacíficamente todos los habitantes de la aldea. Hipo, que ya contaba con el peso de ser ejemplo para su padre Estoico, el jefe de la aldea, ahora se encuentra contrariado por tener que ser su sucesor y, lejos de aceptarlo, decide evadirse para poder conocer el mundo que hay más allá de la isla, junto a su dragón furia nocturna. De este pequeño planteo doméstico inicial y de las increíbles secuencias de vuelo entre Hipo y Chimuelo se vale la película como disparador, para ir añadiendo estratos narrativos que irán construyendo al Hipo que hacia el final vemos aceptar su posición como jefe de la aldea. Del agua que corre bajo el puente en la narración de este personaje es que están hechos los mejores momentos de la película, recurriendo a la tragedia y la aventura para darle una dimensión épica mucho más marcada que la primera parte de la saga.
Por otro lado, Cómo entrenar a tu dragón 2 es una película donde la enorme gesta de Hipo se ve acompañada de, también, dificultades de enormes dimensiones. No sólo se trata del nuevo e ignoto mundo que descubre, sino también de enfrentamientos de proporciones titánicas y violentos combates de los cuales dependerá su vida y la de Chimuelo, consolidando la relación entre nuestros protagonistas, que se encontrarán con duras pruebas de confianza y momentos de tragedia. Es que esta vez el antagonista no es un dragón, sino un humano, Drago, que entra en diálogo con Hipo porque también tiene el don de dominar a las bestias. Sin embargo, corroído por el miedo y el odio, demuestra ser implacable y peligroso, utilizando el temor como una herramienta para dominar a los dragones y, luego, a todos los que pueda someter con su poder. Hipo, creyendo poder modificar su opinión sobre los dragones, se encontrará con un antagonista que no utiliza precisamente el afecto para acercarse a ellos.
Batallas épicas, secuencias emotivas e intensas y personajes finamente delineados es lo que ofrece esta entrega, que tiene momentos memorables, como el enfrentamiento de dragones alfa o la batalla final, que demuestra el potencial del furia nocturna aparentemente inofensivo que monta Hipo. Inolvidable y épica hasta el último segundo, Cómo entrenar a tu dragón 2 se encuentra entre los mejores estrenos del año.