Comienza la odisea de un joven con alma de rey
Cinco años después de que Hipo lograra unir a vikingos y dragones en la isla de Berk, llegan nuevos límites.
Mientras Astrid y el resto de los amigos se dedican a competir en carreras de dragones, el nuevo deporte preferido de la isla de Berk, Hipo huye de las responsabilidades que su padre le impone como futuro líder de su comunidad.
Junto con su dragón, el Furia Nocturna que logró domar hace cinco años y al que bautizó como Chimuelo, Hipo construye, sin proponérselo, su propia leyenda como amo de las míticas criaturas.
El dúo, inseparable, se dedica a cruzar los cielos y explorar nuevos mundos, lejos de toda preocupación.
Es en una de esas travesías cuando Hipo y Chimuelo descubren que una nueva amenaza se avecina.
Un antiguo enemigo de Berk se propone formar un ejército de bestias voladoras al que logra conducir con la misma crueldad con que intentará dominar a los pueblos vikingos.
Mientras tanto, en una misteriosa cueva de hielo, hogar de cientos de dragones salvajes y del misterioso Jinete de dragones, parece estar la clave que Hipo y sus compañeros de andanzas deberán desentrañar para demostrar que es posible erigirse en líder de un pueblo recurriendo al respeto por los otros y cambiar una historia de violencia por otra de paz.
Secuela de la película realizada cuatro años atrás, se sobrepone al desafío de mantener el nivel de interés y tensión dramática de su antecesora mientras se hace de nuevos villanos y aliados.
Vuelve a ofrecer espectáculos visuales que no pierden atractivo en la versión 2D y vuelos magestuosos y vívidos en las tres dimensiones. Una muy buena propuesta con letra para seguir contando.