Vikingos por la inclusión
Desde el inicio se le propone al espectador un viaje alucinante, de una belleza en lo visual que supera por mucho lo visto hasta ahora. El tono que se impone es épico y emotivo, algo que una vez finalizado el filme se habrá cumplido por demás. Porque Hiccup y su fiel dragón Toothless están de vuelta, más grandes y experimentados, con sus heridas a cuestas pero nada limitados; por el contrario, en el caso de Hiccup lo encontramos superado y creativo ante la adversidad.
Esta vez los dragones están en peligro, alguien los está cazando y quiere usarlos como armas. Mientras, Hiccup atraviesa un momento de indefinición; su padre, el rey, ya lo propone como sucesor y lo lleva a lidiar con cuestiones como la "responsabilidad" y el "deber ser". Nuestro joven héroe está decidido a encontrar al responsable de la caza de dragones y evitar una guerra, en el camino tendrá una revelación que cambiará su vida y le ayudará en su misión.
Esta segunda entrega se presenta sólida en el relato, inteligente en su planteo y con un despliegue técnico que logra hacer de cada cuadro una experiencia visual única. Con algo de "Río 2" y alguna referencia a "Godzilla" -o más bien a Godzooky- esta nueva aventura deja en claro que habrá otra, la que esperamos esté en el mismo nivel.