Hipo ya es el líder indiscutido de su pueblo, quienes ahora se encargan de encontrar y salvar a todos los dragones que puedan; cosa que vuelve un poco molesta la convivencia. Cuando nuevos cazadores se hacen presentes, Hipo decide llevar a su gente al Fin del Mundo, un lugar en teoría ficticio, donde podrán vivir con los bestiales animales, en paz y armonía sin ser amenazados.
Luego de cinco años, llega a nuestros cines la tercera y ¿ultima? entrega de la saga Cómo entrenar a tu dragón. La gran duda que hay es si esta parte número tres se acerca al mamarracho visto en Shrek, o si en cambio se acerca a lo sucedido con Toy Story. Y la verdad, es que no estamos ante ninguno de esos dos ejemplos.
Sin haber leído los libros en el que se basa la saga, pero entendiendo que la historia principal es la relación entre Hipo y Chimuelo, por sobre la del joven líder vikingo y alguna mujer, o con respecto a su gente; Cómo entrenar a tu dragón 3 vuelve a indagar en el vínculo del heredero y el ultimo Furia Negra que existe. Pero, aun así, el film no es la gran despedida de estos personajes, que suponíamos que iba a ser.
Cómo entrenar a tu dragón 3 pierde demasiado tiempo en la historia entre Hipo y Astrid, de que si se van a casar, de que ella lo debe apoyar, de que si aún son jóvenes. La saga nunca se centró en ellos dos, y al principio del film se nos dice que apenas pasó un año desde los eventos vistos en la anterior entrega; y al saber que esta pareja está destinada a estar por siempre juntos, es obvio que tarde o temprano se van a casar, por lo cual, hay una sub trama que gira en torno a la nada misma, y que poco importa con el conflicto principal.
A esto debemos sumarle que de nuevo tenemos como villano a un cazador de dragones…. Si ya sabemos que tampoco Cómo entrenar a tu dragón 3(y las anteriores cintas) se sostienen con sus malos, pero que de nuevo se caiga en un personaje casi calcado a lo visto en la película pasada; habla o de poca imaginación por parte de los guionistas, o de una vagancia total que no se molestaron en imaginar algo nuevo.
Todo esto hace un combo que, en el total, logra que Cómo entrenar a tu dragón 3termine siendo una película casi del montón. Con pocos momentos graciosos, que apuntan a los más chicos de la casa y no tanto al espectador que creció viendo la saga; es un cierre aceptable para la trilogia, pero no mucho más que eso.