Hay que salir del agujero interior
Verónica Gerez y Pilar Gamboa se lucen en esta ópera prima de Salem, ganador del Premio al Mejor Director de la Competencia Argentina del reciente Festival de Mar del Plata.
Celina (Verónica Gerez) quiere vender enciclopedias y juntar plata para irse de ese paraje medio desértico en el que vive. Su padre ha muerto y a su madre no la ve desde pequeña, aunque todavía la busca.
Tras dejar su puesto en una zona de peaje de una ruta por la que nunca pasa nadie, Celina empieza a trabajar vendiendo esas enciclopedias, algo para lo que no es demasiado talentosa. Pero allí conoce a una colega ;más experimentada en el asunto (Pilar Gamboa) que la acompaña en su ruta, con su hijo pequeño y sus propios problemas a cuestas.
Con un tono que va de la comedia absurda al drama familiar, la película de Salem se apoya en la ironía que implica que estas dos mujeres con vidas tan problemáticas estén tratando de vender una suerte de pesada enciclopedia de autoayuda que tiene el mismo título de la película.
Usando distintos recursos visuales, separando el film en capítulos ligados a los del libro y guardando algunas relativas sorpresas para el final, el largometraje de Salem tiene momentos muy disfrutables y acertados junto a otros un tanto fuera de tono. Es una película episódica, cuya atención, tensión e interés crece o baja de acuerdo a cada una de esas partes en la que se divide esta especie de road movie.
El elenco ayuda. Apoyando al personaje central que muy bien interpreta Gerez, está Gamboa insuflando energía al relato y, en papeles más breves, desde Rafael Spregelburd hasta Marilú Marini. Como dice el título, Cómo funcionan casi todas las cosas es una película en la que muchas de las cosas funcionan pero, como la propia enciclopedia que vende, tampoco tiene las respuestas para todos los problemas.