Una película de climas y actores
Celina (Verónica Gerez) es muy joven y carga en su interior un enojo de años, más precisamente desde el momento en que su madre la abandonó para irse a cantar a Italia.
Ahora vive en un barrio humilde, trabaja en una estación de peaje en el medio de la nada y eventualmente, con el acompañamiento de su novio (Esteban Bigliardi), se gana unos pesos cantando en la iglesia del pueblo cuando hay algún casamiento que incluya el "Ave María", mientras su padre la espera enfermo en la casa.
El deseo estuvo desde siempre, y cuando su padre muere y encuentra entre sus cosas la dirección en donde se supone que está su madre, decide dejar su trabajo y a su novio para vender enciclopedias para juntar el dinero que le permitirá ir a Italia.
Suerte de road-movie en el desierto, con un relato estructurado en episodios en donde los personajes, casi como testimonios documentales, dan su parecer sobre diferentes cuestiones de sus problemáticas, la película está centrada principalmente en la potencial vendedora -de un único manual de autoayuda estadounidense cuyo título coincide con el de la película- y su relación con su instructora de ventas (brillante Pilar Gamboa), tan aguerrida para su oficio como frágil por una historia de frustraciones y deseos no cumplidos.
En la ruta, acompañadas por el pequeño hijo de la veterana vendedora, ambas mujeres van a ir desgranando su historia hasta que por un desperfecto del auto se ven obligadas a pasar la noche en un parador, el lugar en donde Celina va a conocer a la dueña del lugar (Marilú Marini) que le va a revelar varios secretos sobre su historia y el destino de su madre.
Película de climas pero sobre todo de actores, ascética y profunda, la opera prima de Fernando Salem -premio al mejor director de la competencia argentina en el reciente Festival de Cine de Mar del Plata- dosifica con inteligencia el drama con momentos de humor, en donde la búsqueda nerviosa, errática y conmovedora de la protagonista da paso a todo un universo de ricos personajes en el desierto sanjuanino que sólo parecen existir en tanto y en cuanto tomen contacto con la energía de Celina.<