Elemental, mi querido enemigo
La nueva película de Gabriel Lichtmann nos presenta a un muchacho introvertido llamado Lucas Abadi (Martín Slipak) quien es un abogado fanático de la literatura policial, en especial de autoras como Agatha Christie y Patricia Highsmith. Lucas trabaja con su hermano mayor Max (Javier Drolas) y su cuñada Paula (Eugenia Capizzano), de quien está enamorado en secreto. Hasta ahí parece una historia más, pero se va perfilando de a poco al policial en cuestión. Una tarde conoce a una chica en un bar de Tribunales, que misteriosamente coincide con la mayoría de sus gustos y el flechazo no tarda en aparecer. Luego de una noche juntos, Lucas se da cuenta que la muchacha le robó el dinero que tenía destinado a la compra de un departamento. En ese momento se pone a prueba él mismo para intentar descubrir de dónde viene esa mujer y por qué le robó.
Lo interesante de este "thriller neurótico", tal como se promociona en las redes sociales, es que la trama se desarrolla en un contexto bien real y cotidiano. Si bien mantiene toda una estructura narrativa de un policial, se aboca más a cosas sencillas, con las que el espectador se puede identificar. Las actuaciones son correctas y naturales, por lo que le suma un plus a la trama.
Si bien no hay que ser un experto espectador o lector de policiales para entender cómo se resolverá el misterio, esa misma facilidad, sumado al humor que tiene el guion, irán llevando al público por el camino neto del entretenimiento, sin detalles rebuscados, ni cosas inconclusas, como tal vez sí suele suceder en otras películas del género en la que el público sale con más dudas que certezas.
En 75 minutos, Cómo ganar enemigos cumple con lo que promete y deja satisfechos a sus espectadores.