La mujer orquesta
Sarah Jessica Parker trabaja, educa y se enamora en esta comedia.
Cómo lo hace? viene siendo la pregunta a cómo cuernos Sarah Jessica Parker, la Carrie de Sex & The City , lidia con la apabullante (al menos así la construye el filme) lista de cositas para hacer que implica tener una familia de dos niños y un trabajo. La lista incluye desde la compra de bagels a, bueno, prácticamente resolver los misterios de la vida (todo hecho pidiendo constantemente perdón). El guión de la película va por el lado “una madre es como una torre de control de aeropuerto” (sic), pero en clave de comedia romántica, aunque troca el foco del romance del príncipe azul a la familia. La guionista es Aline Brosh McKenna, escriba de El diablo viste a la moda y Un amanecer glorioso , dos apóstoles del fenómeno llamado chick-flick (película de minita , algo que suena mucho más cavernícola traducido).
Al igual que esas primas, ¿Cómo lo hace? plantea un ámbito laboral donde el crecimiento de la protagonista la aleja de la familia. Desde el uso intermitente del falso documental y la voz en off constante, se maquilla el derrotero de comedia pizpireta, urbana y canchera. Pero aún así hay una extraña y ajustada contradicción: todo está construido de una forma que se lee caricaturesca, pero que intenta disfrazarse, en sus momentos sentimentales, de sinceridad y termina sonando a moralina.
El galán que la corteja es, literalmente, 007, y el día que ella se queda sin teléfono, el nene se cae de la escalera (y así de hipérbole todo), pero cuando tiene que hablar del embarazo para convencer a una amiga que titubea, todo suena, musiquita incluida, a dogma antes que a corazón.
Aunque a favor del director McGrath, esa ambigüedad se da también con: la cinefilia (la cita al clásico de Howard Hawks, Ayuno de amor , asemeja a un espejismo), la maternidad (los nenes tienen tanta personalidad como en una publicidad de un jabón antiséptico), el amor (los ojitos Bambi de Sarah y listo), los actorazos (Greg Kinnear, Pierce Brosnan). Y hasta los piojos caen en la lista, en una escena tilinga como pocas, donde los bichitos se asemejan a una debacle nuclear (ay, chicos del norte, son unos exagerados).
¿Cómo lo hace? es prisionera de su horrible y raquítica visión del mundo, que ha superpoblado la pantalla de los tics de la Parker, monomanías nada graciosas (la obstinación con ridiculizar a madres que pasan siete horas en el gimnasio) y exageraciones que se creen humanas.