Nuevos códigos en el mundo animal
¿Quién dijo que perros y gatos no podían ser amigos? Al menos esto es lo que propone la secuela del film Como perros y gatos (Cats & dogs, 2001). En esta oportunidad ambas especies deciden unir sus fuerzas para cooperar en una nueva misión: salvar al mundo de las malvadas garras de Kitty. Con una propuesta aparentemente infantil, el film presenta pequeños guiños y disgresiones que pretenden captar también a un público adulto.
Kitty, una temible gata sin pelos, intentará hacer sonar desde un satélite un sonido que volverá locos a los perros. Se vengará así de la raza canina responsable de su desgracia estética; y de los humanos, por haberla echado de su hogar al verla convertida en ese horroroso animal sin pelos. Para detener a Kitty estará el equipo de Butch, el ya conocido labrador blanco de la primera parte, quien esta vez reclutará a Diggs, un perro policía aislado de la fuerza por mala conducta. Completan el equipo una paloma mensajera y por último la agente Catherine, una gata gris de la organización MIAU, de la que Kitty desea vengarse también.
Se podría afirmar a simple vista que esta comedia apela a conquistar a un público infantil. Los animales hablan, realizan travesuras y copian el mundo humano. Pero a pesar de eso la película apela también a un espectador adulto o, para ser más específicos, a un espectador capaz de entender y responder a los chistes que las ingeniosas parodias a otros films producen.
Kitty Galore resulta desde esta lectura una versión felina del Guasón, quien tras ser amenazada por un perro cae en una olla similar a un ácido fluorescente llena de cera depilatoria. El collar de Butch es una versión del cinturón al que Batman acude ante sus diversas misiones. Y para coronar estas alusiones está el Sr. Tinkles (el gato blanco de la parte uno de la secuela) encerrado en una cárcel de máxima seguridad al estilo de Antony Hopkins en El silencio de los inocentes (The silence of the Lambs, 1991). Los guiños de este tipo están presentes a lo largo de todo el film y son un ingrediente que explícitamente busca la participación de un público adulto para la segunda lectura que los niños tendrán que dejar para más adelante.
Con una mezcla de acción en vivo y animación por computadora en 3D, la película se maneja con los códigos del género de acción y suspenso para jugar con ellos y parodiarlos a la vez que resultan eficaces a la hora de mantener al espectador atrapado por la trama. Sin dejar de lado por supuesto un cierto toque sentimental que permite lograr el necesario final feliz.
Como ya se dijo, la amistad entre las dos especies es una temática reiterada a lo largo del film y será la gran revolución que, como el final evidencia, continuará en una tercera misión.