Vacaciones que no satisfacen a los protagonistas ni al público
La historia de tres amigos que no la están pasando bien en sus vacaciones hasta que la llegada de una chica agrega aún más estrés está narrada en forma obvia y, por momentos, grotesca.
Tres jóvenes van de campamento cerca de una playa. Como se ve por la cámara con la que uno de ellos graba a sus amigos y el paisaje, corre el año 1996. Pronto entre los tres amigos empiezan a haber desacuerdos por cualquier cosa, incluyendo a quién le tocaba llevar la yerba para el mate. Y pronto queda claro que hay algunos problemas que surgen de cierta tensión homoerótica.
Luego aparece una chica que por un lado trae cierta distensión, hasta que su presencia también genera más estrés en estas vacaciones con más histeria de lo necesario. La narración es un tanto obvia y grotesca, y desde el vamos se percibe a dónde quiere llevar las cosas el director Lucas Santa Ana, que filmó alguna de las "Historias Breves" y aquí debuta en el largometraje.
De hecho, éste es el típico film que parece un cortometraje estirado y que queda un poco chico para largometraje. Los protagonistas actúan en un nivel parejo, no especialmente descollante, y en cambio se luce un poco más Luana Pascual, aunque tiene menos escenas. La película no ofrece mucho atractivo visual, ya que el pasaje y el recurso de la cámara casera son bastante monocordes, pero la música de Coiffeur resulta simpática.