Competencia Oficial es una ingeniosa película argentino española, que trata sobre las vicisitudes de la creación de una obra cinematográfica a cargo de una directora estrella, muy artística, interpretada por Penélope Cruz; un actor muy carismático, muy popular, que no tiene tanto prestigio actoral, pero es una verdadera estrella absolutamente consagrada, interpretado por Antonio Banderas, y otro actor el cual tiene la particularidad de ser un actor metódico, concentrado, intelectual académico, de gran prestigio, y con numerosos premios, interpretado por Oscar Martínez. Estos tres personajes a medida que van leyendo y ensayando la película, van generando situaciones humorísticas, van definiendo a los personajes, van mostrando sus miserias, y se genera una lucha de egos entre las dos estrellas masculinas, que son coprotagonistas y rivales en el film.
La película curiosamente no se manifiesta de la misma forma que otros filmes que tratan sobre hacer cine, en los cuales el rodaje es lo principal, o quizás hasta la edición es lo principal, sino que, en este caso, el corazón de la película, y gran parte de su metraje, pasan por los ensayos; en los cuales los personajes se sacan chispas entre sí, y pueden mostrar de mejor forma sus miserias en la intimidad, que si la cámara estuviera rodando frente a un gran número de personas. En ese sentido la película es novedosa, pero a la vez un poco rara, lo cual quizás no le guste esa dinámica a cierta parte de la audiencia. La película es una sátira, y una crítica ácida al mundo artístico, especialmente de los actores, y en menor medida de los directores; dónde se pone en evidencia el ego de estas figuras, y lo que pueden llegar a hacer debido a eso.
La película funciona bastante bien, aunque no es lo mejor de esta dupla Cohn / Duprat que ya nos ha dado grandes películas, y en algunos casos películas más populares, como Mi Obra Maestra, sin embargo, funciona; se disfruta, vale la pena verla, y es muy probable que también nos deje pensando sobre el proceso artístico, y sobre como los artistas transforman sus vidas, sus miserias, y sus problemas, en creaciones artísticas, a veces memorables. Recomendada.
Cristian Olcina