Enmarcada en el mundo del cine, pero para hablar del egoísmo, el arte creativo, el snobismo y la soledad, la nueva apuesta de la dupla Cohn/Duprat es un inteligente ejercicio que supera sus premisas y las potencia.
Penélope Cruz es Lola, una excéntrica directora de cine, más cercana a Marina Abramovic que a las comparaciones que se han hecho con Lucrecia Martel, que utilizará particulares formas de ensayo a sus dos actores, Iván y Francisco (Antonio Banderas y Oscar Martínez), que se encuentran en las antípodas, para conseguir aquello que se necesita para su nueva película por encargo.
“Competencia Oficial” de Mariano Cohn y Gastón Duprat, con guión de Andrés Duprat, basado en experiencias que los propios actores les han contado, desnuda las miserias de un mecanismo de producción que arrasa con todo, y en donde el prestigio a alcanzar es solo la excusa para dar rienda suelta a perversas y tiránicas prácticas ejercidas en la previa al rodaje de un nuevo proyecto.
“Odio el circo decadente de famosos”, dispara Iván (Martínez) en un pasaje de la película, que se suma a una frase que la propia Lola dice por ahí. “Hay que tener cuidado sobre lo que nos gusta”, porque justamente, la propuesta, transita la reproducción de parámetros a los que el acto creativo debe ceñirse si es que quiere alcanzar su máxima popularidad dentro de la élite que circulará el discurso.
Cohn y Duprat juegan con los personajes, por primera vez componen en la pantalla un espejo en el que los tres protagonistas se debaten a duelo, pero también se refleja la miseria del circuito alrededor de las películas, su negocio, la falsificación del hecho concreto que viabiliza la materialización de los sueños en la quimera del mal llamado séptimo arte.
Con desparpajo y desatados, Cruz, Banderas y Martínez, se prestan lúdicamente a sus personajes, interactuando con las palabras que se proponen, pero también accionando, poniendo el cuerpo y construyendo seres de antología que resuenan de una manera precisa en la perfecta estructura narrativa que tiene la película.
Así como en producciones anteriores los realizadores profundizaban sobre el negocio del arte, la escritura, la arquitectura, ahora el cine es el tema para hablar de otras cosas, y de cómo, en la actualidad, valen más la cantidad de seguidores de un intérprete, que aquello que encarna.
“Competencia Oficial” propone una mirada desde dentro del cine hacia afuera, con una crítica que además refuerza ideas sobre el arte, deslizando en cada texto, con inteligencia, la necesidad de confirmar eso que “el arte no es ALGO, sino que se refiere a ALGO”, para que, en tiempos en donde la mirada snobista pretende determinar gustos, la posibilidad de salirse de los algoritmos que proponen todo, también sea una elección.
POR QUE SI:
“Porque mantiene un ritmo intenso en el que el devenir de los personajes potenciará el interés sobre el relato, apoyándose en las increíbles actuaciones protagónicas, destacándose una Penélope Cruz como nunca antes la vimos”