El mundial que ya vimos
Ambientado en la convulsionada Argentina de 1978, el film narra la historia de un corresponsal Italiano que llega para cubrir el mundial y su trágica estadía tras enamorarse de una joven activista.
Con una recreación de la época bien lograda y buenas actuaciones, este primer largometraje resultante del convenio entre (INCAA) y la Direccione Nacionale de Cinematografía Italiana, pareciera haber llegado tarde al estreno.
Estructurada en un relato clásico, cargada de clichés, golpes bajos y con algunas situaciones inverosímiles que por momentos dotan de humor (no buscado) a ciertas situaciones de la trama (basta con ver aquel gendarme en el aeropuerto reproduciendo una situación impensada por aquellos días, o aquella huida de Florencia Raggi por los bosques a lo Lara Croft en Tom Raider), el film no logra prender al espectador en la historia de amor y funciona más como revisión histórica en clave de ficción.
Algo que nunca esta demás recordar pero que en los 80, con el surgimiento de la democracia, se encargaron la catarata de películas sobre la crueldad del terrorismo de Estado, de buena factura técnica y cuyos guiones, de una manera u otra, intentaban hacernos tomar conciencia de la reciente historia argentina.
Una época donde aquellos films eran necesarios aunque no proponían nada nuevo en materia de relato o puesta en escena salvo películas como Juan, como si nada hubiera sucedido (1987) de Carlos Echeverría o Un muro de silencio (1993) de Lita Stantic, una película diferente acerca de la dictadura, sin concesiones y sin golpes bajos.
Tal vez en aquel entonces este film hubiera llegado a pisar la alfombra roja americana, pero hoy en día el espectador Argentino, que ya tiene un ojo entrenado en esta temática, espera algo diferente, una relectura que aporte un nuevo dato o una nueva visión de los hechos hasta ahora desconocida.
Cómplices del silencio no propone nada de ello y sólo se queda en la historia que predecimos con cada plano que se sucede y que sabemos terminará con la copa y el monumento.